¿Cuál es la velocidad de la luz en kilómetros por hora?
¿Te has preguntado alguna vez, qué tan rápida es la luz? Pues agárrate bien porque la respuesta te va a dejar boquiabierto. La velocidad de la luz en el vacío, es de aproximadamente 299.792.458 metros por segundo. Si lo pasamos a kilómetros por hora, nos da la friolera de 1.079.252.850 km/h.
Sí, has leído bien, más de mil millones de kilómetros por hora. Es una cifra que cuesta asimilar, porque está muy lejos de nuestra experiencia cotidiana. Para hacernos una idea imagina que pudieras viajar a esa velocidad. Darías la vuelta a la Tierra unas siete veces y media en un solo segundo.
Einstein y la teoría de la relatividad
Einstein revolucionó la física, con su archiconocida teoría de la relatividad. En ella estableció, que la velocidad de la luz es constante en todos los sistemas de referencia inerciales. Esto significa de una forma sencilla que no importa desde dónde o cómo la midas, siempre obtendrás el mismo valor. Parece una idea simple, pero sus consecuencias son profundas y contraintuitivas.
La teoría de Einstein también postula que nada puede viajar más rápido que la luz. Es el límite cósmico de velocidad. Esto tiene desde implicaciones fascinantes. Como por ejemplo, la dilatación del tiempo o la contracción de la longitud. A velocidades cercanas a la de la luz, el tiempo transcurre más lentamente y las distancias se hacen mas cortas. La realidad se vuelve elástica y maleable desafiando nuestro sentido común.
La luz en diferentes medios
Hasta ahora hemos hablado de la velocidad de la luz en el vacío. Pero, ¿qué ocurre cuando la luz atraviesa otros medios como el aire el agua o el vidrio? En este tipo de casos, la luz se detiene. Por ejemplo, en el agua su velocidad se reduce a unos 225.000 km/s. Esto es aproximadamente tres cuartos de su velocidad en el vacío.
En el vidrio es aún más lenta, reduciendo esa velocidad a 200.000 km/s. Este fenómeno explica efectos ópticos como la refracción. Cuando un rayo de luz pasa del aire al agua, modifica la dirección porque su velocidad disminuye. Esto es lo que hace, que un palo sumergido en agua parezca doblado.
Midiendo la velocidad de la luz
Los primeros intentos de medir la velocidad de la luz, se remontan al siglo XVII. Galileo lo intentó sin éxito, porque la tecnología de su época no era lo suficientemente precisa. Fue Ole Rømer en 1676 quien logró la primera estimación razonable observando las lunas de Júpiter.
Desde entonces, los métodos han mejorado enormemente. Hoy en día utilizamos técnicas muy sofisticadas para medir la velocidad de la luz, con una precisión asombrosa. De hecho la definición actual del metro se basa en ella. Un metro es la distancia que recorre la luz en el vacío en 1/299.792.458 segundos.
La luz y el cosmos
La velocidad de la luz, representa un papel fundamental en nuestra comprensión del universo. Cuando miramos las estrellas estamos viendo el pasado. La luz de la estrella más cercana Próxima Centauri, tarda más de cuatro años en llegar a nosotros.
La luz de las galaxias mas alejadas puede haber viajado miles de millones de años, antes de llegar a nuestros telescopios. Esta realidad, nos ofrece una ventana única al pasado del cosmos.
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