TDAH y sus señales en adolescentes

Se suele decir que los adolescentes siempre están en las nubes… A veces los padres nos volvemos locos intentando entender por qué nuestros chavales no pueden concentrarse en los estudios. El TDAH no es cosa de críos pequeños. De hecho muchos adolescentes lo arrastran desde la infancia sin diagnosticar, y otros empiezan a mostrar síntomas más claros en la ESO cuando las exigencias académicas suben.

Los chavales con TDAH suelen tener problemas para organizarse con los deberes y los exámenes. Se les olvida apuntar las tareas pierden los libros y tienen la habitación patas arriba. No es que sean desordenados por naturaleza, es que su cerebro funciona de otra manera y les cuesta más mantener rutinas y планы estructurados.

Diagnóstico y evaluación profesional

La cosa se complica porque en la adolescencia aparecen otros factores que pueden confundirnos. Las hormonas están a tope el grupo de amigos tira mucho y las redes sociales distraen a cualquiera. Por eso es importante que un profesional evalúe si realmente estamos ante un caso de TDAH, o son cosas propias de la edad. El neuropsicólogo o el psiquiatra infantil son los más indicados para hacer esta valoración.

Los profesores suelen ser los primeros en dar la voz de alarma. Ven que el chico es listo pero sus notas no reflejan su capacidad. Se despista en clase interrumpe sin querer y le cuesta esperar su turno. En casa también notamos que se frustra con facilidad y que parece estar siempre acelerado como si tuviera un motor por dentro.

Tratamiento y apoyo educativo

El tratamiento del TDAH en adolescentes tiene que ser integral. La medicación puede ayudar a regular la química cerebral, pero no es una solución mágica. Hace falta apoyo psicológico para trabajar la autoestima y aprender técnicas de estudio adaptadas. Los padres también necesitamos orientación para ayudarles mejor.

En el instituto es fundamental contar con el apoyo del departamento de orientación. Pueden hacer adaptaciones como darles más tiempo en los exámenes sentarlos cerca del profesor o dividir las tareas en pasos más pequeños. No se trata de bajarles el nivel sino de ayudarles a demostrar lo que saben.

Estrategias y hábitos saludables

El deporte es súper importante para los adolescentes con TDAH. Les ayuda a quemar energía mejorar la concentración y regular el sueño. Muchos chavales encuentran en el ejercicio físico una manera de sentirse competentes y relacionarse mejor con otros. Las artes marciales o la natación suelen funcionar especialmente bien.

La alimentación y el descanso también juegan un papel importante. Una dieta equilibrada rica en omega-3 y dormir las horas necesarias pueden hacer una gran diferencia. Las pantallas por la noche son veneno para estos chicos, así que hay que ayudarles a establecer límites razonables.

Futuro y desarrollo personal

El TDAH no desaparece con la edad pero se puede aprender a gestionarlo. Muchos adolescentes descubren sus puntos fuertes y desarrollan estrategias para compensar sus dificultades. Hay profesionales exitosos en todos los campos que tienen TDAH. La clave está en aceptarlo trabajarlo y rodearse de personas que entiendan y apoyen.

Lo más importante es no etiquetar al adolescente como "problemático" o "vago". El TDAH es una condición neurobiológica no una falta de voluntad o disciplina. Con el apoyo adecuado estos chavales pueden desarrollar todo su potencial y tener una adolescencia plena. Cada caso es único y el camino no es fácil pero merece la pena buscar la ayuda necesaria.