¿Cómo realizar la respiracion Wim Hof y cuáles son sus beneficios?

El método Wim Hof lo creó un tipo holandés que se llama igual. Este atleta conocido como 'Iceman' es famoso por hacer cosas tan increíbles como subir el Everest en pantalón corto o nadar bajo el hielo. Pero lo interesante es que dice que cualquiera puede aprender a hacer lo mismo.
Su método se basa en tres pilares: exposición al frío respiración controlada y meditación. Suena simple ¿verdad? Pues resulta que la combinación de estas tres cosas puede tener efectos sorprendentes en nuestro cuerpo y mente.
Baños de hielo
Vamos a empezar por lo más llamativo: la exposición al frío. Sí has oído bien. El método Wim Hof implica someterse voluntariamente a temperaturas bajas. Puede ser desde una ducha fría hasta un baño en un lago helado. La idea es ir poco a poco. Empiezas con 30 segundos de agua fría al final de tu ducha normal y vas aumentando el tiempo. El objetivo es llegar a aguantar varios minutos en agua helada. Suena una locura ¿no? Pues resulta que tiene sus ventajas.
Según los seguidores del método la exposición al frío tiene un montón de beneficios. Dicen que mejora la circulación fortalece el sistema inmunológico y hasta puede ayudar a perder peso. También aseguran que es bueno para la salud mental.
Reduce el estrés y la ansiedad y te hace sentir más vital y con más energía. Es como si al exponerte al frío despertaras una especie de superpoder que tu cuerpo tenía escondido.
Respiración consciente: La clave del control mental
El segundo pilar del método Wim Hof es la respiración controlada. No es solo respirar sin más. Es una técnica específica que implica ciclos de respiración profunda seguidos de retención del aire. Suena un poco a yoga ¿verdad? Pues no andas desencaminado. La idea es que aprendas a controlar tu respiración de una forma que según Wim Hof te permite influir en tu sistema nervioso y en tu química corporal. Es como si pudieras hackear tu propio cuerpo solo con la respiración.
La técnica consiste en hacer 30-40 respiraciones profundas seguidas de una exhalación completa. Luego aguantas la respiración todo lo que puedas. Después tomas una inhalación profunda y la mantienes unos 15 segundos.
Y repites el ciclo unas 3 o 4 veces. Parece un trabalenguas pero dicen que una vez que le pillas el truco es más fácil de lo que parece. Y los beneficios según los adeptos son la leche. Desde mayor claridad mental hasta mejor rendimiento físico pasando por una reducción del estrés y la ansiedad.
Meditación y mindfulness: El poder de la mente sobre el cuerpo
El tercer pilar del método Wim Hof es la meditación. Se trata más bien de practicar el mindfulness. Es decir estar presente y consciente en el momento. Sobre todo cuando estás haciendo los ejercicios de respiración o sometiéndote al frío. La idea es que aprendas a mantener la calma y el control mental incluso en situaciones de estrés físico. Como cuando te metes en agua helada por ejemplo.
Esta parte del método es súper importante porque es la que te permite aguantar el frío y controlar tu respiración. Es como si entrenaras tu mente para que no entre en pánico cuando tu cuerpo dice "¡Eh! ¿Qué narices estás haciendo?".
Con la práctica dicen que puedes llegar a influir en funciones corporales que normalmente son automáticas. Como la respuesta al estrés o la regulación de la temperatura. Existen estudios científicos que respaldan algunas de estas afirmaciones.
Beneficios y precauciones: ¿Merece la pena probarlo?
Vale y ahora viene la pregunta del millón: ¿Merece la pena probar el método Wim Hof? Pues como todo en la vida depende. Sus seguidores hablan de un montón de beneficios. Desde mejor salud física hasta mayor bienestar mental.
Dicen que te sientes con más energía más fuerte y más resistente a las enfermedades. También aseguran que mejora el sueño reduce la inflamación y hasta puede ayudar con problemas como la depresión o la ansiedad. Suena bien ¿no?
Pero ojo que no todo es de color de rosa. El método Wim Hof no es para todo el mundo. Si tienes problemas de salud especialmente cardíacos o respiratorios es mejor que consultes con un médico antes de lanzarte a la piscina (nunca mejor dicho).
También hay que tener cuidado con la exposición al frío. Si no se hace correctamente puede ser peligroso. Y las técnicas de respiración si se llevan al extremo pueden provocar mareos o desmayos. Así que si te animas a probarlo hazlo con cabeza y de forma gradual.
El método Wim Hof es una forma bastante radical de mejorar tu salud y bienestar. Combina el poder del frío la respiración y la mente para desafiar los límites de lo que creemos posible. ¿Que si funciona? Pues hay gente que jura y perjura que les ha cambiado la vida.
Y hay estudios científicos que respaldan algunos de sus beneficios. Pero como todo lo relacionado con la salud no hay una solución única para todos. Si te pica la curiosidad puedes empezar poco a poco. Quizás con una ducha fría de vez en cuando o practicando los ejercicios de respiración. Y quién sabe. A lo mejor descubres que tienes un vikingo interior esperando salir.
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