Diferencias entre realidad aumentada y realidad virtual

realidad aumentada y realidad virtual

¿Te has preguntado alguna vez cuál es la diferencia entre realidad aumentada y realidad virtual? Mucha gente las confunde pero son tecnologías bastante distintas. La realidad virtual te sumerge por completo en un mundo digital. Te pones unas gafas especiales y de repente estás en otro lugar. Puedes mirar a tu alrededor y moverte como si estuvieras ahí de verdad.

Imagina que estás en tu salón y te pones unas gafas de realidad virtual. De repente ya no ves tu sofá ni tus muebles sino que estás en medio de una selva tropical. Eso es realidad virtual.

Ahora piensa en usar una app de realidad aumentada en tu móvil para ver cómo quedaría un sofá nuevo en tu salón real. Ves el sofá virtual pero también el resto de tu casa.

Esa es la gran diferencia entre virtual y aumentada: la realidad virtual te aísla del mundo mientras que la aumentada lo complementa.

Contenido

Aplicaciones prácticas: ¿Para qué sirve cada tecnología?

La realidad virtual se usa mucho en videojuegos y entretenimiento. Te permite vivir experiencias increíbles como escalar el Everest o explorar el espacio. Pero también tiene aplicaciones más serias. Los médicos la usan para practicar operaciones complicadas.

Los arquitectos pueden recorrer edificios antes de construirlos. Incluso se utiliza en terapias para tratar fobias y trastornos de ansiedad. La realidad aumentada por su parte es genial para el comercio. Puedes probarte ropa o ver cómo queda un mueble en tu casa sin moverte del sofá.

Otra diferencia importante es la movilidad. Con la realidad virtual necesitas un espacio seguro para moverte sin chocarte con nada. La aumentada la puedes usar mientras caminas por la calle. Por eso se usa mucho en apps de navegación o para dar información sobre lo que ves a tu alrededor. También es útil en fábricas y almacenes para guiar a los trabajadores o en museos para dar info extra sobre las obras de arte.

Dispositivos y tecnología: ¿Qué necesitas para usar cada una?

Para disfrutar de la realidad virtual necesitas unas gafas especiales. Las hay de todo tipo y precio desde modelos básicos que usan tu móvil como pantalla hasta sistemas avanzados con sensores de movimiento.

Algunas vienen con mandos para interactuar con el entorno virtual. La realidad aumentada es más accesible. Puedes usarla con el móvil que ya tienes en apps como Pokemon Go. También existen gafas de realidad aumentada pero aún no son tan comunes.

El hardware no es lo único importante. La realidad virtual necesita potentes ordenadores o consolas para generar los gráficos 3D en tiempo real. La aumentada es menos exigente porque solo añade elementos virtuales a la imagen real.

Eso sí para que funcione bien necesita reconocer el entorno. Usa tecnologías como el SLAM (Localización y Mapeo Simultáneos) para situar los objetos virtuales de forma precisa.

Inmersión vs interacción

Mucha gente piensa que la realidad virtual es más inmersiva porque te aísla por completo del mundo real. Y es cierto que puede ser muy convincente. Pero la realidad aumentada tiene sus ventajas. Al mezclar lo virtual con lo real crea una sensación muy natural.

Además te permite interactuar con tu entorno de formas nuevas. Imagina poder ver información flotando sobre los objetos que te rodean o manipular hologramas con tus propias manos.

La realidad virtual te transporta a otros mundos pero a veces puede provocar mareos o desorientación. La aumentada es más suave porque sigues viendo el mundo real. Eso sí la calidad de los gráficos suele ser mejor en la realidad virtual. Al generar todo el entorno pueden hacerlo muy detallado. La aumentada tiene que adaptarse al mundo real lo que a veces hace que los objetos virtuales no encajen del todo bien.

¿Hacia dónde evolucionan estas tecnologías?

Tanto la realidad virtual como la aumentada están avanzando a pasos agigantados. Las gafas son cada vez más ligeras y potentes. Los gráficos más realistas.

Y están surgiendo nuevas formas de interactuar como guantes hápticos que te permiten sentir objetos virtuales. Muchos expertos creen que en el futuro estas tecnologías se fusionarán en lo que llaman realidad mixta. Podrás pasar sin problemas de la realidad aumentada a la virtual y viceversa.

El potencial es enorme. Eso sí también plantea retos. Habrá que pensar en la privacidad la seguridad y cómo afectará a nuestras relaciones sociales. Sea como sea el futuro promete ser fascinante.

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