¿Quién fue el padre Gabriele Amorth?
¿Los exorcismos son reales? Es una pregunta que roza el sensacionalismo, pero nos la hemos hecho en más de una ocasión. Déjame contarte algo sobre el padre Gabriele Amorth, el exorcista más famoso del Vaticano. Este cura italiano se convirtió en un personaje de una taquillera película de terror, 'El Exorcista del Papa', y nada menos que interpretado por Russell Crowe.
Amorth era un cura de carne y hueso que se dedicó a combatir al diablo durante más de 30 años. Nació en 1925 en Módena, Italia y desde joven sintió la llamada de Dios. Se unió a la Sociedad de San Pablo, una orden religiosa, y fue ordenado sacerdote en 1954.
Pero no te creas que Amorth empezó siendo exorcista desde el principio. Primero trabajó como periodista y hasta fue miembro de la Resistencia italiana durante la Segunda Guerra Mundial. Vamos, que tenía una vida bastante movidita antes de meterse a cazar demonios. No fue hasta 1986 cuando el cardenal Ugo Poletti le nombró exorcista oficial de la diócesis de Roma. A partir de ahí, su vida dio un giro de 180 grados.
La lucha contra el mal
Amorth no se dudaba cuando se trataba de hablar del diablo. Decía que Satanás estaba detrás de muchos males de la sociedad moderna, desde las drogas hasta la pornografía. Incluso llegó a afirmar que Hitler y Stalin estaban poseídos por el demonio. ¿Exagerado? Puede ser, pero este cura creía en todo lo que decía. Según él, realizó más de 100.000 exorcismos a lo largo de su carrera. Pero no todos eran casos de posesión demoniaca. Muchas veces se trataba de bendiciones o lo que él llamaba "exorcismos de liberación".
¿Y cómo era un exorcismo según Amorth? Pues para mal de algunos frikis de las películas de terror, no tenía nada que ver con lo que nos ha vendido Hollywood. Nada de cabezas girando 360 grados ni vómitos de sopa de guisantes.
Lo normal era rezar, rociar agua bendita y usar una cruz. A veces las cosas se ponían más intensas, con gritos y convulsiones, pero según Amorth, eso era la excepción y no la regla. Siempre insistía en que antes de hacer un exorcismo había que descartar causas médicas o psicológicas.
Amorth y sus libros
El padre Amorth no solo se dedicó a hacer exorcismos. También fue un escritor prolífico. Escribió varios libros sobre su experiencia como exorcista que se convirtieron en best-sellers. "Un exorcista cuenta su historia" y "Nuevas confesiones de un exorcista" son algunos de sus títulos más conocidos. En estos libros, Amorth compartía sus experiencias y daba consejos sobre cómo protegerse del mal.
Además, Amorth fue el fundador de la Asociación Internacional de Exorcistas en 1991. Esta organización reúne a exorcistas de todo el mundo y busca promover la práctica del exorcismo dentro de la Iglesia Católica. Gracias a Amorth, el tema de los exorcismos volvió a ponerse sobre la mesa en el Vaticano después de años en los que se había dejado un poco de lado.
Controversias y críticas
Pero no todo el mundo estaba de acuerdo con las ideas de Amorth. Muchos lo consideraban un fanático que veía demonios por todas partes. Algunos psiquiatras criticaron sus métodos, argumentando que podían ser peligrosos para personas con enfermedades mentales. Incluso dentro de la Iglesia había quienes pensaban que Amorth exageraba la influencia del diablo en el mundo moderno.
A Amorth estas críticas le resbalaban. Él seguía a lo suyo, convencido de que su misión era vital para la Iglesia y la sociedad. Incluso llegó a decir que el yoga y Harry Potter eran herramientas del diablo para corromper a la gente. Vaya por dios, con lo relajado que se queda uno después de una buena sesión de Yoga…
El final de una era
Gabriele Amorth falleció en 2016 a los 91 años. Hasta el final de sus días siguió ejerciendo como exorcista y dando charlas sobre el tema. Su muerte marcó el fin de una era en la Iglesia Católica. Aunque hay otros exorcistas, ninguno ha alcanzado la fama y el reconocimiento que tuvo Amorth.
¿Cuál es el legado de Amorth? Pues depende de a quién le preguntes. Para sus seguidores, fue un valiente soldado en la lucha contra el mal. Para sus críticos, un hombre obsesionado que veía demonios hasta en una taza de café. Lo que está claro es que Gabriele Amorth dejó una huella imborrable en la historia moderna de la Iglesia Católica y en la cultura popular. Ya sea que creas en demonios o no, no se puede negar que el padre Amorth fue un personaje fascinante que dio mucho que hablar.
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