¿Qué son las estrellas fugaces y cuándo aparecen?

Seguro que alguna vez habrás visto a las estrellas fugaces cruzando el cielo a toda velocidad. Te quedaste con la boca abierta, y por un momento pensaste que era magia. La verdad es que estas luces brillantes no son estrellas de verdad, sino trozos de roca espacial que entran en nuestra atmósfera. Estos pedacitos de roca viajan por el espacio a velocidades increíbles, más rápido que cualquier coche o avión que podamos imaginar.

Cuando estas rocas chocan contra la atmósfera de la Tierra, se calientan tanto que empiezan a brillar. Es como cuando frotas tus manos muy rápido y sientes calor. La diferencia es que estas rocas se ponen tan calientes que se desintegran, dejando ese rastro luminoso que vemos desde aquí abajo. Los científicos las llaman meteoros, pero todos las conocemos como estrellas fugaces.

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Las lluvias de meteoros y sus ciclos anuales

¿Te has fijado que hay momentos del año en los que aparecen muchas estrellas fugaces juntas? Esto pasa porque la Tierra atraviesa zonas del espacio llenas de rocas y polvo que han dejado los cometas. Las Perseidas, que ocurren en agosto, son una de las lluvias más famosas. Miles de personas salen a verlas cada verano, tumbadas en el suelo con los ojos bien abiertos.

Las Gemínidas aparecen en diciembre, justo cuando hace más frío. Son especiales porque vienen de un asteroide llamado Faetón, no de un cometa como las demás. Las Leónidas nos visitan en noviembre y a veces nos regalan espectáculos increíbles, con cientos de meteoros por hora.

Cómo y dónde observar estos fenómenos celestes

Para ver las estrellas fugaces no necesitas telescopios ni aparatos caros. Solo necesitas un lugar oscuro, lejos de las luces de la ciudad. Los pueblos pequeños o el campo son sitios perfectos. También ayuda ir en una noche sin luna, porque así el cielo está más oscuro y las estrellas fugaces se ven mejor.

Lo mejor es tumbarse en una manta y mirar hacia arriba. Nuestros ojos tardan unos 20 minutos en acostumbrarse a la oscuridad, así que ten paciencia. Una vez que te adaptes, empezarás a ver más y más estrellas, y con suerte, alguna estrella fugaz cruzará el cielo.

El origen cósmico de estos viajeros espaciales

Todo este polvo y estas rocas que vemos como estrellas fugaces tienen historias fascinantes. Algunas vienen de cometas que se deshacen poco a poco cada vez que pasan cerca del Sol. El cometa Halley, por ejemplo, nos deja dos lluvias de meteoros diferentes: las Eta Acuáridas en mayo y las Oriónidas en octubre.

Otras rocas son más antiguas que los dinosaurios. Han estado dando vueltas por el Sistema Solar desde que se formó, hace más de 4.500 millones de años. Cuando vemos una estrella fugaz, estamos viendo un pedacito de la historia del universo que termina su viaje en nuestro planeta.

Toda esta información viene respaldada por años de observación y estudio por parte de la NASA, el Observatorio Astronómico Nacional y otros centros de investigación espacial. Los meteoritos que sobreviven al viaje y llegan al suelo nos ayudan a entender mejor cómo es el espacio y de qué están hechos los asteroides y cometas.

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