¿Qué se necesita para ser astronauta en la NASA?

Convertirse en astronauta de la NASA no es fácil pero tampoco es imposible si de verdad lo deseas. Primero lo primero: necesitas unos estudios que sean la base de tu formación. Matemáticas, ingeniería, física o ciencias aeroespaciales son tu mejor carta de presentación. No vale con sacar un 5 raspado. La NASA busca a los mejores de cada promoción con expedientes brillantes y ganas de comerse el universo.

La mayoría de los astronautas tienen como mínimo un máster y muchos incluso un doctorado. Pero no solo basta con ser un cerebrito. Hace falta tener un currículum que te respalde. Por ejemplo, la experiencia profesional cuenta y mucho. Los ingenieros que han trabajado en proyectos aeroespaciales o los pilotos militares con miles de horas de vuelo, tienen muchas más papeletas para ser seleccionados.

Condición Física

¿Te crees que ser astronauta es solo estudiar? Error total. La preparación física es brutal. Los candidatos deben pasar unos exámenes médicos que te dejan en evidencia. Visión perfecta sin gafas ni cirugías, una salud de hierro y una condición física que te permita aguantar situaciones extremas. Gimnasio, entrenamiento intensivo y pruebas de resistencia son pan de cada día.

La NASA somete a sus candidatos a entrenamientos durísimos. Nadar kilómetros, hacer ejercicios de fuerza, aguantar la ingravidez y superar centrifugadoras que te colocan bajo una presión bestial. No vale ser un tipo o tía con buena planta. Necesitas ser un auténtico superhéroe en condiciones físicas y mentales.

Entrenamiento Especializado

Los seleccionados entran en un programa de formación que dura nada más y nada menos que dos años. Aprenderás a moverte en microgravedad, a usar trajes espaciales que pesan una barbaridad, a manejar sistemas complejos de una estación espacial y a trabajar en equipo en condiciones límite.

El inglés es fundamental. No solo necesitas hablarlo a la perfección sino comunicarte con precisión en situaciones de máxima tensión. Un error de comunicación podría significar la diferencia entre la vida y la muerte en el espacio. Por si fuera poco aprenderás ruso porque gran parte de la comunicación en misiones internacionales se hace en este idioma.

Selección

Cada convocatoria de la NASA recibe miles de solicitudes. De media se presentan más de 18.000 personas y son seleccionados apenas 10 o 12. Las probabilidades son mínimas. Es como ganarse la lotería pero multiplicado por mil. Necesitas un currículum impecable, unas condiciones físicas excepcionales y sobre todo una pasión por la exploración espacial que traspase la pantalla.

Un astronauta no es solo un profesional. Es un embajador de la humanidad. Una persona capaz de representarnos más allá de nuestra atmósfera. Por eso la NASA no busca solo conocimiento técnico sino personas con una mentalidad única. Gente dispuesta a arriesgar su vida por expandir los límites del conocimiento humano.