¿Qué pasa si no como en un día?

Probablemente te has preguntado en alguna ocasión, ¿qué pasa si no como en un día? Imagina que te levantas un día y decides no comer nada. Al principio puede que no notes mucho, pero conforme pasan las horas tu cuerpo empieza a quejarse. Te gruñe la tripa y te sientes débil. Es normal, tu cuerpo está acostumbrado a recibir energía de la comida y ahora no tiene nada. Puede que te duela la cabeza o te marees un poco. También es posible que te cueste concentrarte en tus tareas. Tu cerebro necesita glucosa para funcionar bien y al no comer, los niveles bajan.
A medida que avanza el día, es probable que te sientas irritable y de mal humor. La falta de comida afecta nuestro estado de ánimo. Quizás notes que tienes frío, aunque no haga frío de verdad. Esto pasa porque tu metabolismo se ralentiza para ahorrar energía. También puedes sentirte cansado y sin ganas de hacer nada. Tu cuerpo está entrando en modo ahorro y quiere que gastes lo menos posible.
Cambios en el organismo por el ayuno
Cuando pasas muchas horas sin comer, tu cuerpo empieza a hacer cambios. Primero usa las reservas de glucógeno que tiene guardadas en el hígado y los músculos. Esto le da energía durante unas horas. Después, empieza a usar las grasas como fuente de energía. Es lo que se llama entrar en cetosis. Algunas personas hacen ayuno a propósito para lograr este efecto, pero hay que tener cuidado y saber lo que se hace.
Tu digestión también se ve afectada. Al no entrar comida, el estómago produce menos ácido y los intestinos se mueven menos. Esto puede hacer que te sientas hinchado o estreñido. Además, al no comer pierdes líquidos y sales minerales. Por eso es importante beber agua aunque no comas, para no deshidratarte. Si no bebes, puedes tener dolores de cabeza más fuertes y sentirte aún peor.
Consecuencias a largo plazo de no alimentarse
Si sigues sin comer más de un día, los efectos se vuelven más serios. Tu cuerpo empieza a descomponer proteínas de los músculos para obtener energía. Esto hace que pierdas masa muscular y te debilites. También afecta a tu sistema inmune, haciéndote más vulnerable a enfermedades. Puedes tener problemas para dormir y sentirte muy ansioso o deprimido.
A nivel hormonal, no comer durante mucho tiempo altera el equilibrio. Bajan los niveles de insulina y suben los de cortisol, la hormona del estrés. Esto puede afectar a tu metabolismo a largo plazo. En las mujeres, los ciclos menstruales pueden volverse irregulares o incluso detenerse. En los hombres, puede bajar la producción de testosterona. Todo esto son señales de que el cuerpo está en modo supervivencia y no funciona con normalidad.
Riesgos para la salud del ayuno prolongado
Ayunar durante periodos largos sin control médico puede ser peligroso. Aumenta el riesgo de sufrir arritmias cardíacas por el desequilibrio de electrolitos. También puedes desarrollar anemia por falta de hierro y otros nutrientes. El hígado y los riñones trabajan más para procesar las grasas y pueden sufrir daños. En casos extremos, la falta de alimento puede llevar a un fallo multiorgánico.
Las personas con ciertas enfermedades corren más riesgo si no comen. Por ejemplo, los diabéticos pueden sufrir bajadas de azúcar peligrosas. Los que tienen problemas de corazón o riñón también deben tener mucho cuidado. Incluso en personas sanas, ayunar mucho tiempo puede provocar desmayos o pérdidas de conocimiento. Es importante recordar que nuestro cuerpo necesita un aporte regular de nutrientes para funcionar bien.
Cómo volver a comer después de un ayuno
Si has pasado un día sin comer, es importante volver a alimentarte poco a poco. No te lances a comer un festín, porque tu estómago no está preparado. Empieza con alimentos ligeros y fáciles de digerir, como frutas, yogur o arroz. Bebe mucha agua para rehidratarte. Ve aumentando la cantidad de comida gradualmente en los siguientes días hasta volver a tu dieta normal.
Es normal sentir mucha hambre después de ayunar, pero intenta no comer de más para compensar. Esto puede provocar malestar estomacal y hacer que ganes peso rápidamente. Escucha a tu cuerpo y come despacio. Si notas que sigues teniendo molestias o te sientes mal después de volver a comer, consulta con un médico. A veces el ayuno puede desencadenar problemas digestivos que necesitan atención.
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