¿Qué ocurre inmediatamente después de la muerte?
¿Qué pasa justo después de que alguien muere? Es una pregunta que nos hemos hecho todos, ¿verdad? y quien no se la haya hecho es porque sabe aceptar la realidad. Si hay algo seguro al 100% en la vida, es que todos, absolutamente todos, vamos a morir. Sí, suena macabro, tétrico, dramático o como lo quieras llamar, pero es algo que sabes seguro que va a pasar, en un momento u otro.
Ahora bien, ¿qué se sabe sobre la muerte? Cuando llega el momento, lo primero que se observa es la parada cardiorrespiratoria. El corazón deja de latir y, obviamente, deja de haber respiración. En este punto, el cerebro, que es el órgano que más oxígeno consume del cuerpo, empieza a apagarse, aunque no lo hace de golpe.
En los minutos que siguen, las células del cerebro comienzan a morir por falta de oxígeno, lo que se conoce como muerte cerebral. Pero aquí viene lo interesante: incluso cuando el cerebro ha cesado su actividad, algunas células del cuerpo pueden seguir vivas durante un tiempo. Sí, como si el cuerpo se resistiera a aceptar su final.
Cambios físicos inmediatos
Justo después, el cuerpo comienza a enfriarse, un proceso que los forenses llaman algor mortis. La temperatura baja aproximadamente 1.5 grados Fahrenheit por hora hasta que alcanza la temperatura ambiente. También, aparece el rigor mortis, esa rigidez de la que seguro has oído hablar, que empieza en los párpados y se extiende a todo el cuerpo en unas dos horas, durando hasta 36 horas o más antes de empezar a desaparecer.
Otro cambio es la lividez post mortem. La sangre, ya sin el bombeo del corazón, se asienta por gravedad en las partes más bajas del cuerpo, creando manchas que parecen moretones grandes. Si has visto una serie de crímenes, sabrás que esto ayuda a determinar la posición del cuerpo después de la muerte.
¿Y la conciencia?
Ahora, hablando de lo que muchos se preguntan: la conciencia. ¿Se va todo a negro o hay algo más? La ciencia aquí se encuentra con un muro. Algunos estudios con personas que han estado al borde de la muerte, esos que cuentan experiencias cercanas a la muerte (ECM), hablan de luces, túneles y una sensación de paz. Pero, ¿es esto la conciencia trascendiendo o solo el cerebro en sus últimos estertores?
Los científicos están divididos. Algunos creen que estas experiencias podrían ser el resultado de la actividad cerebral bajo estrés extremo, falta de oxígeno o el efecto de drogas administradas. Otros, sin embargo, piensan que podría haber algo más allá de nuestra comprensión actual, una especie de conciencia que persiste. Y pruebas para esto último hay bastantes.
Hipótesis sobre la vida después de la muerte
Desde una perspectiva más espiritual o filosófica, las hipótesis son casi infinitas. Desde la reencarnación, pasando por el concepto de un alma que se libera del cuerpo, hasta llegar a dimensiones o planos de existencia distintos. Cada cultura y religión tiene su propia versión.
Pero hablando de ciencia pura, estas ideas quedan en el terreno de lo no comprobable. ¿Quién puede probar que la conciencia sobrevive a la muerte si es algo que no se puede ver ni cuantificar? Pero si te paras a pensar, los sentimientos, los pensamientos o incluso la física cuántica, tampoco se ven, y no dejamos de creer en ello. Es más, estamos en una época en la que la física cuántica está en auge, y no cesan de aparecer nuevos estudios basados en esta rama de la física, gracias a los descubrimientos de Max Planck y Niels Bohr.
Lo que sí está claro es que el cuerpo humano, una vez fallecido, inicia un proceso de descomposición donde la naturaleza toma el mando. Los microorganismos que viven en nosotros empiezan su trabajo de reciclaje, devolviendo al cuerpo al ciclo de la vida de una manera muy literal.
El misterio persiste
¿Qué sabemos realmente y que se pueda comprobar con el método científico-cartesiano? Bueno, sabemos mucho sobre los procesos físicos, pero cuando se trata de la conciencia o el espíritu, la ciencia tiene sus límites. ¿Es el final de todo o un paso hacia algo más? Esa es la gran pregunta que sigue sin respuesta definitiva.
Lo cierto es que, mientras la ciencia y la tecnología avanzan, seguimos explorando este misterio. Quizás algún día tengamos más respuestas, o quizás, este sea uno de esos enigmas que la humanidad llevará consigo siempre, como una sombra que nos recuerda lo poco que sabemos sobre lo que realmente significa estar vivo… o muerto.
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