¿Qué es una enana blanca y cuántos tipos existen?

enana blanca

Las enanas blancas son estrellas que han llegado al final de su vida. Son pequeñas y muy densas. Imagina una estrella del tamaño del Sol comprimida hasta ser tan grande como la Tierra. Así de apretada está una enana blanca. Estas estrellas ya no producen energía mediante fusión nuclear. Se están enfriando poco a poco. Pasarán miles de millones de años hasta que se apaguen del todo.

Estas estrellas se forman cuando una estrella como el Sol agota su combustible nuclear. La estrella se hincha y se convierte en una gigante roja. Luego, expulsa sus capas exteriores al espacio. Lo que queda es el núcleo caliente y denso: la enana blanca. Este proceso ocurre en estrellas de masa baja o media. Las estrellas más masivas tienen un final diferente y explosivo.

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Tipos de enanas blancas según su composición

Existen varios tipos de enanas blancas. Se clasifican según los elementos que las forman. Las más comunes son las de carbono y oxígeno. Estas se forman a partir de estrellas como el Sol. El helio y el hidrógeno de la estrella se han convertido en carbono y oxígeno durante su vida. Cuando la estrella muere, estos elementos quedan en el núcleo.

Otro tipo son las enanas blancas de helio. Son más raras. Se forman cuando una estrella pierde su envoltura antes de poder crear carbono y oxígeno. Esto puede pasar en sistemas binarios, donde una estrella le roba material a otra. También existen enanas blancas de oxígeno y neón. Estas vienen de estrellas un poco más masivas que el Sol.

Las enanas blancas más exóticas

Hay tipos de enanas blancas aún más raros. Algunas tienen mucho magnesio en su composición. Otras tienen silicio. Estas vienen de estrellas más pesadas que casi llegaron a explotar como supernovas. También se han descubierto enanas blancas con atmósferas ricas en carbono. Estas se llaman enanas blancas DQ.

Las enanas blancas más extrañas son las de hierro. Se cree que vienen de estrellas que perdieron sus capas exteriores muy rápido. Solo quedó el núcleo de hierro. Estas son muy poco comunes. Los astrónomos todavía están tratando de entender cómo se forman exactamente.

Propiedades físicas de las enanas blancas

Las enanas blancas son sin duda fascinantes. Son muy pequeñas pero increíblemente densas. Una cucharadita de material de una enana blanca pesaría toneladas en la Tierra. Esto se debe a que los electrones están muy apretados en estas estrellas. La gravedad es tan fuerte que los electrones no pueden moverse libremente.

Estas estrellas son muy calientes cuando se forman. Pueden tener temperaturas de más de 100.000 grados Celsius. Pero se van enfriando con el tiempo. Las más viejas son mucho más frías. Algunas tienen temperaturas parecidas a las de la superficie del Sol. Las enanas blancas más frías que conocemos tienen unos 3.000 grados Celsius.

El futuro de las enanas blancas

Las enanas blancas nos dan pistas sobre el futuro de nuestro Sol. Dentro de unos 5.000 millones de años, el Sol se convertirá en una enana blanca. Primero se hinchará como una gigante roja. Luego, perderá sus capas exteriores. Lo que quede será una enana blanca brillante y caliente. Se irá enfriando durante miles de millones de años.

El destino final de las enanas blancas es convertirse en enanas negras. Estas serían estrellas muertas y frías que ya no brillan. Pero el universo no es lo suficientemente viejo para que existan enanas negras todavía. Todas las enanas blancas que vemos aún están brillando, aunque sea débilmente. Nos recuerdan que incluso las estrellas tienen un ciclo de vida, y que algún día, muy lejos en el futuro, todas las estrellas se apagarán.

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