Fundamentos básicos del Blockchain explicado

Imagínate que el blockchain es como un gran libro de cuentas. Pero no uno cualquiera, sino uno que está en miles de ordenadores a la vez. Cada vez que alguien hace una transacción, se apunta en ese libro. Y lo mejor es que una vez escrito, ya no se puede borrar ni cambiar.

Cómo funciona la cadena de bloques

Cada vez que se hace una operación (por ejemplo, enviar dinero de una cuenta a otra) se crea un nuevo "bloque" de información. Este bloque se une a los anteriores formando una cadena. De ahí lo de "cadena de bloques" o blockchain en inglés.

Pero no es tan fácil añadir un bloque nuevo. Antes, muchos ordenadores tienen que ponerse de acuerdo en que todo está en orden. Es como si para apuntar algo en el libro de cuentas necesitaras que todos tus colegas dijeran "sí, eso es correcto". Una vez que todos están de acuerdo, el bloque se añade a la cadena y ya no se puede modificar.

Descentralización: la clave del blockchain

Vale, ya sabemos cómo funciona más o menos. Pero ¿qué tiene de especial? Pues lo más interesante es que no hay un jefe. No hay un banco central ni un gobierno que controle todo. El poder está repartido entre todos los que participan en la red. Es lo que se llama un sistema descentralizado.

Esto tiene sus ventajas. Por ejemplo, es más difícil hackear o manipular la información. Porque tendrías que engañar a miles de ordenadores a la vez. También hace que sea más transparente. Cualquiera puede ver las transacciones que se han hecho (aunque no quién las ha hecho).

Criptomonedas: el uso más famoso del blockchain

Seguro que has oído hablar del Bitcoin. Pues el blockchain es la tecnología que hace posible que exista. Las criptomonedas son como dinero digital que funciona gracias al blockchain. No necesitas un banco para usarlas. Puedes enviar bitcoins directamente a otra persona sin que nadie más intervenga.

Pero el blockchain no se usa solo para criptomonedas. Se puede usar para muchas cosas más. Por ejemplo, para hacer contratos inteligentes. Imagínate que quieres alquilar tu piso. Podrías hacer un contrato en blockchain que automáticamente te transfiriera el alquiler cada mes si se cumplen ciertas condiciones. Sin necesidad de intermediarios ni papeleos.

Minería y prueba de trabajo

Ahora viene lo interesante. ¿Cómo se crean nuevos bloques? Pues aquí es donde entran en juego los mineros. Son ordenadores muy potentes que se dedican a resolver problemas matemáticos. El primero que resuelve el problema puede añadir el nuevo bloque a la cadena. Y de premio recibe criptomonedas.

Este proceso se llama "prueba de trabajo" y es clave para mantener la seguridad del sistema. Hace que sea muy difícil y caro intentar engañar a la red. Porque necesitarías una potencia de cálculo brutal para hacerlo. El problema es que gasta un montón de energía. Por eso se están buscando alternativas más ecológicas.

El futuro del blockchain

¿Y qué nos depara el futuro? Pues la verdad es que el blockchain tiene un potencial enorme. Se está empezando a usar en un montón de campos. En la logística para rastrear productos. En el voto electrónico para hacerlo más seguro. Incluso en el mundo del arte para certificar la autenticidad de obras digitales.

Claro que también tiene sus desafíos. La tecnología aún es nueva y tiene que mejorar en cosas como la velocidad de las transacciones. También hay dudas sobre cómo se va a regular. Y está el tema del consumo energético que te comentaba antes. Pero vamos, que si el blockchain fuera una startup seguro que los inversores se pelearían por meter pasta.