¿Por qué los musulmanes no comen cerdo?

Desde que el Islam se estableció, allá por el siglo VII, una de sus prácticas más conocidas es la prohibición de consumir cerdo. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué los musulmanes no comen cerdo? La razón principal se encuentra en el Corán, el libro sagrado de los musulmanes, donde se establece claramente que el cerdo es impuro. 

Este mandato divino es suficiente para la mayoría de los seguidores del Islam; la obediencia a las escrituras es un pilar de su fe. Sin embargo, no se trata solo de una regla arbitraria. Hay explicaciones que se han discutido a lo largo del tiempo que van más allá de la simple prohibición religiosa. 

Algunas de estas se centran en la higiene y la salud. En tiempos antiguos, y aún hoy en ciertos contextos, el cerdo podía ser portador de enfermedades como la triquinosis, algo que se evitaba al no consumirlo.

Razones de Salud y Sostenibilidad

Imaginemos la Arabia preislámica, un lugar donde las condiciones de vida eran duras. Con un clima extremadamente caliente y recursos limitados. En ese entorno, el cerdo no es el animal más adecuado para criar. Requiere mucha agua y sombra, cosas que no abundan en el desierto.

Además, el cerdo es omnívoro y compite directamente con los humanos por los alimentos, a diferencia de otros animales que pueden pastar o comer alimentos no consumibles por las personas. Esto nos lleva a otra razón: la sostenibilidad.

La prohibición podría tener un trasfondo económico y ecológico. Fomenta una dieta que se ajustara mejor a las capacidades y recursos del entorno. Los musulmanes, por lo tanto, optaron por animales como las ovejas, cabras o camellos. Y es que estos se adaptan mucho mejor a las condiciones desérticas y requieren menos recursos.

La Pureza Espiritual y Cultural 

La idea de pureza es fundamental en el Islam. Esto, no solo se refiere a lo físico. Al evitar el cerdo, los musulmanes crean una identidad cultural y espiritual. Es una manera de distinguirse y de mantener una disciplina diaria, que les recuerda su devoción y sumisión a Alá. 

Esta práctica fortalece la comunidad. Crea un vínculo entre sus miembros, a través de una dieta compartida. Además, la pureza en el Islam se extiende a las acciones, pensamientos y, por supuesto, a lo que se introduce en el cuerpo. 

El cerdo, considerado impuro, afectaría esta pureza interna y externa. Esta visión holística de la pureza influye, en todos los aspectos de la vida de un musulmán. Hace que la abstención de cerdo sea más que una simple elección alimentaria.

Interpretaciones Modernas 

En la actualidad, con avances en la medicina y el control de enfermedades, algunos podrían cuestionar la relevancia de esta prohibición. Sin embargo, para los musulmanes la cuestión va más allá de la salud física. La adherencia a esta norma es un acto de fe. Además, es una demostración de respeto hacia las tradiciones y las enseñanzas islámicas. 

En sociedades multiculturales esta práctica también se ha convertido, en todo un símbolo de identidad y resistencia cultural, especialmente en contextos donde los musulmanes son minoría. La negativa a consumir cerdo se mantiene como una seña de identidad religiosa, uniendo a la comunidad musulmana globalmente.

Más que una Dieta 

Así que, cuando alguien pregunta por qué los musulmanes no comen cerdo, la respuesta abarca religión, historia, salud, economía y cultura. Es una norma que ha forjado parte de la identidad de millones de personas alrededor del mundo, influyendo no solo en lo que ponen en su plato, sino en cómo viven su fe cada día. 

La prohibición del cerdo es, en esencia, una manifestación de una creencia profunda en los principios del Islam, uniendo lo terrenal con lo espiritual en la vida cotidiana de los musulmanes. Esta publicación no busca juzgar sino entender, desde una perspectiva de respeto y curiosidad, las razones detrás de una práctica tan antigua como el mismo Islam.