¿Cómo identificar a las personas con doble cara?

doble cara

¿Alguna vez has tenido la sensación de que alguien no es sincero contigo? Pues no estás solo. Muchas veces nos topamos con gente que dice una cosa pero hace otra. Vamos, lo que se conoce como personas con doble cara. Pillarlas no siempre es fácil, pero hay algunas pistas que nos pueden ayudar.

Lo primero que tienes que tener en cuenta es cómo se comportan cuando están contigo y cuando no. Si notas cambios bruscos de actitud, ojo. Por ejemplo, imagina que tienes un compañero de curro que es súper majo contigo, pero luego te enteras de que habla mal de ti a tus espaldas. Eso es un claro ejemplo de doblez. También puede pasar al revés: gente que es borde contigo pero luego se hace la simpática con el jefe. En fin, que si ves que alguien cambia mucho según con quién esté, desconfía.

Otra cosa a la que hay que prestar atención es si cumplen lo que prometen. Las personas con doble cara suelen prometer mucho pero luego no hacen nada. Te dirán que sí a todo, que te van a ayudar, que cuentas con ellos… pero a la hora de la verdad, nada de nada. Se escaquean, ponen excusas o directamente pasan de ti. Si esto se repite, ya sabes por dónde van los tiros.

Contenido

La importancia del lenguaje corporal

El cuerpo no miente, y eso es algo que las personas con doble cara no pueden controlar del todo. Fíjate bien en sus gestos cuando hablan contigo. Si evitan mirarte a los ojos, se tocan mucho la cara o cruzan los brazos, puede ser señal de que no están siendo sinceros. También es sospechoso si sonríen de forma forzada o si sus expresiones faciales no cuadran con lo que están diciendo.

Otro detalle revelador es cómo reaccionan ante preguntas directas. Si les pillas por sorpresa con algo y se ponen nerviosos, tardan en responder o cambian de tema, puede que estén ocultando algo. Las personas honestas suelen ser más espontáneas y no tienen problema en dar explicaciones claras. En cambio, los que van con segundas intenciones tienden a dar rodeos o a responder con evasivas.

No te olvides tampoco de la voz. Si notas cambios en el tono o en el ritmo al hablar de ciertos temas, puede ser una señal de alerta. Lo mismo si de repente empiezan a hablar más bajo o más rápido. Todo esto son indicios de que algo no cuadra y de que quizás no están siendo del todo sinceros contigo.

Coherencia entre palabras y acciones

Una de las claves para pillar a alguien con doble cara es fijarse en si lo que dice coincide con lo que hace. Mucha gente va de colega pero luego a la hora de la verdad no da la cara por ti. O te prometen mil cosas y luego no cumplen ni media. Eso sí que es tener doble moral.

Ponte en esta situación: tienes un amigo que siempre dice que la amistad es lo más importante, que hay que estar en las buenas y en las malas. Muy bonito todo. Pero resulta que cuando tú necesitas ayuda, nunca está disponible. Siempre tiene una excusa: que si mucho trabajo, que si compromisos familiares… vamos, que no se moja. Eso es un ejemplo clarito de incoherencia entre lo que se predica y lo que se practica.

Lo mismo pasa con esa gente que critica a los demás por hacer algo y luego va y hace exactamente lo mismo. O los que presumen de ser super legales pero luego no dudan en saltarse las normas si les conviene. Todo esto son comportamientos típicos de personas con doble cara. Van de una cosa pero en realidad son otra muy distinta.

Manipulación emocional y chantaje

Hay que estar muy atentos a cómo nos hacen sentir los demás. Las personas con doble cara son expertas en jugar con nuestras emociones para conseguir lo que quieren. Te harán sentir culpable si no haces lo que ellas quieren, o intentarán darte pena para que les ayudes. Es lo que se conoce como chantaje emocional.

Un ejemplo típico es el de alguien que siempre está quejándose de sus problemas para que estés pendiente de él. Pero luego, cuando tú necesitas apoyo, desaparece o minimiza tus preocupaciones. O esa persona que te halaga mucho cuando quiere algo de ti, pero que luego ni se acuerda de tu cumpleaños. Son formas sutiles de manipulación que a veces cuesta identificar.

También hay que tener cuidado con los que van de víctimas. Siempre tienen una excusa para todo y nunca asumen su responsabilidad. La culpa siempre es de los demás. Si te encuentras con alguien así, ojo, porque seguramente esté intentando manipularte para que le compadezcas y hagas lo que quiere.

Cómo protegerse de la gente falsa

Vale, ya sabemos cómo pillar a la gente con doble cara. Pero, ¿qué hacemos una vez que los hemos identificado? Lo primero y más importante es poner límites. No dejes que te manipulen ni que jueguen con tus sentimientos. Si alguien te hace sentir mal o notas que no es sincero contigo, aléjate.

Otra cosa fundamental es confiar en tu instinto. A veces notamos que algo no cuadra pero no le hacemos caso. Error. Si tienes dudas sobre alguien, por algo será. No ignores esas señales de alarma que te manda tu cerebro. Eso sí, tampoco te vuelvas paranoico y empieces a desconfiar de todo el mundo. Se trata de ser precavido, no de volverse loco.

También es importante rodearte de gente en quien puedas confiar de verdad. Esas personas que están ahí siempre, en lo bueno y en lo malo. Que son coherentes y transparentes contigo. Cuanto más trato tengas con gente así, más fácil te resultará identificar a los que van con doble intención. Al final, es cuestión de comparar y ver quién merece la pena y quién no.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *