¿Cómo se denomina a una persona que sabe de todo?

A lo largo de la historia, ha habido personas que destacan en múltiples áreas del conocimiento. Seguramente conoces a alguna persona que sabe de todo. Esa persona que puede hablar de ciencia, arte, historia o incluso de temas muy técnicos sin titubear. Pues bien, existe un término para describir a estas personas: polímata. Un polímata es alguien que posee conocimientos profundos y amplios en diferentes disciplinas. No se trata solo de saber un poco de todo, sino de dominar varias áreas de manera significativa.
El concepto de polímata no es nuevo, aunque no todo el mundo conoce la palabra. Surgió en la antigua Grecia, donde el ideal del conocimiento era abarcar todos los campos posibles. En aquel entonces, no se veía mal que una persona fuera a la vez filósofa, matemática, médica o artista. Al contrario, se consideraba algo admirable. Quizá el ejemplo más famoso sea Aristóteles, quien escribió sobre biología, ética, política, astronomía y muchas otras cosas. Sin embargo, esta idea no se ha quedado en el pasado.
Otros términos para personas que saben de todo
Aunque polímata es el término más preciso, existen otras palabras que se usan para referirse a alguien que sabe mucho de diversos temas. Por ejemplo, el término "erudito" también se utiliza cuando hablamos de alguien con amplios conocimientos, aunque suele estar más relacionado con el estudio profundo de una materia o con el ámbito académico. En cambio, "sabelotodo" tiene un tono más coloquial y, a menudo, un matiz negativo.
Por otro lado, también se habla de "genios universales". Este término se aplica, sobre todo, a figuras históricas como Leonardo da Vinci, quien fue pintor, inventor, anatomista, ingeniero y mucho más. El Renacimiento es una época especialmente rica en ejemplos de polímatas. En ese momento, se valoraba mucho la idea de que el ser humano debía desarrollar todas sus capacidades, tanto físicas como intelectuales.
¿Qué hace falta para ser polímata?
No todo el mundo puede ser polímata. Para empezar, hace falta una curiosidad insaciable. Las personas polímatas suelen ser muy curiosas y no se conforman con aprender solo sobre lo que se les exige. Dedican su tiempo libre a explorar temas nuevos, a leer, a experimentar y a hacerse preguntas. Además, necesitan tener buena memoria y una mente analítica que les permita conectar ideas de diferentes áreas.
Pero no basta con la curiosidad. También hace falta tiempo y dedicación. Muchas veces, los polímatas sacrifican otras cosas para poder dedicar más horas al aprendizaje. Por eso, a menudo se dice que estas personas son autodidactas. Aunque puedan haber estudiado en universidades, gran parte de su conocimiento lo adquieren por su cuenta. Les apasiona aprender y no ven el estudio como una obligación, sino como algo natural.
¿Por qué algunos lo ven mal?
No todo el mundo admira a los polímatas o a las personas que saben de todo. En algunos casos, se les ve como arrogantes o como personas que solo quieren destacar. Esto ocurre, sobre todo, cuando alguien presume de sus conocimientos de forma constante o interrumpe a los demás para demostrar lo que sabe. De ahí surge el término "sabelotodo", que tiene una connotación bastante negativa.
Sin embargo, hay una gran diferencia entre un sabelotodo y un polímata. El primero suele saber un poco de todo, pero sin profundizar, mientras que el segundo tiene un conocimiento sólido en varias áreas. Además, un verdadero polímata suele ser humilde y consciente de que siempre hay más por aprender. Esa actitud es clave para seguir creciendo y para que los demás valoren sus conocimientos.
¿Es posible ser polímata hoy en día?
En la actualidad, muchas personas creen que es imposible ser polímata. Argumentan que el conocimiento ha crecido tanto y se ha especializado tanto que nadie puede abarcarlo todo. Sin embargo, esto no significa que no existan polímatas modernos. Lo que ocurre es que, en lugar de dominar todas las áreas posibles, se centran en varias disciplinas relacionadas.
Por ejemplo, un científico puede combinar conocimientos de física, matemáticas, biología e informática para resolver problemas complejos. O un artista puede dominar la pintura, la música y la literatura. Aunque la especialización es importante en el mundo actual, todavía hay lugar para las mentes curiosas y multifacéticas.
¿Cómo saber si eres polímata?
No hace falta ser famoso para ser polímata. Si sientes que te interesa aprender sobre muchos temas y que no puedes limitarte a un solo campo, quizá lo seas. También es probable que tengas facilidad para hacer conexiones entre cosas que a simple vista no parecen relacionadas. Por ejemplo, un conocimiento de historia puede ayudarte a entender mejor la política actual, o un interés por la biología puede complementar tus conocimientos de química.
Por supuesto, no hace falta etiquetarse. Lo importante es disfrutar del proceso de aprendizaje y no ponerse límites. Incluso si nunca llegas a dominar varios campos, el simple hecho de intentarlo ya es enriquecedor. No se trata de acumular títulos o reconocimientos, sino de satisfacer tu curiosidad y de crecer como persona.
El valor de saber de todo
Aunque no todos podemos ser polímatas, todos podemos aprender algo de ellos. Su curiosidad, su dedicación y su amor por el conocimiento son cualidades que cualquiera puede intentar emular. No importa si te especializas en un solo campo o si decides explorar varios. Lo importante es no dejar de aprender y de cuestionarte el mundo que te rodea.
Así que, la próxima vez que alguien te llame "sabelotodo", quizá no sea un insulto. Tal vez sea el comienzo de tu camino hacia convertirte en un polímata moderno.
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