¿Qué son los nanotubos de carbono y para qué se utilizan?

Los nanotubos de carbono son más resistentes que el acero y casi imperceptibles para el ser humano. Imagina unos micro tubos microscópicos hechos de carbono puro enrollado que son mil veces más delgados que un pelo humano. Desde que los descubrieron en los años 90, los nanotubos no han dejado de ser estudiados por científicos de todo el mundo.
Los expertos del MIT y otras universidades importantes, confirman que estos nanotubos son super resistentes y conducen la electricidad mejor que el cobre. Como si cogieras todas las características buenas de otros materiales y las juntaras en uno solo. No solo eso sino que además son superligeros y flexibles. Parece cosa de magia pero es pura química y física.
Aplicaciones en la industria actual
Apple, Samsung y otras marcas importantes ya los están probando para hacer móviles más resistentes y baterías que duren más tiempo. Los fabricantes de coches también se han subido al carro porque quieren hacer vehículos más ligeros y seguros. La industria aeroespacial no se queda atrás, y la NASA los está usando en sus nuevos materiales para naves espaciales.
En medicina están haciendo cosas increíbles con estos tubos microscópicos. Los médicos e investigadores los usan para crear sensores que detectan enfermedades súper rápido. También sirven para llevar medicamentos justo donde se necesitan en el cuerpo humano como si fueran taxis. ¿Te imaginas poder atacar solo las células malas sin dañar las buenas? Pues eso es posible gracias a los nanotubos.
El futuro de los nanotubos
Los científicos están investigando miles de aplicaciones nuevas. ¿Te suena el grafeno? Pues los nanotubos son sus 'primos' y juntos pueden revolucionar la electrónica. Estamos hablando de ordenadores quantum, pantallas flexibles y chips más potentes que los de ahora. Las universidades de Stanford Berkeley y el MIT están compitiendo por ver quién consigue los mejores resultados.
La industria energética también está muy interesada porque los nanotubos pueden mejorar las placas solares y las pilas de hidrógeno. Empresas como Tesla y Panasonic invierten millones en investigación para crear baterías más eficientes. Los expertos dicen que en unos años podremos tener coches eléctricos que se carguen en minutos y móviles que duren una semana sin cargar.
Retos y limitaciones actuales
Pero fabricar nanotubos de carbono es muy complicado además de caro. Las empresas tienen teniendo problemas para producirlos en grandes cantidades, sin que pierdan sus propiedades especiales. Además todavía hay dudas sobre si pueden ser perjudiciales para la salud o el medio ambiente cuando se fabrican en masa. Aún quedan muchos estudios por hacer en cuanto su impacto.
El precio es otro problema. Hacer un gramo de nanotubos de buena calidad cuesta muchísimo y eso frena muchas aplicaciones prácticas. Los laboratorios y centros de investigación como el CSIC están buscando formas de abaratar el proceso. También intentan encontrar métodos más limpios y seguros para fabricarlos, porque ahora mismo se necesitan productos químicos bastante fuertes.
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