La pascalina: La primera calculadora de la historia

¿Cómo se hacían los cálculos antes de que existieran las calculadoras electrónicas? Pues después del ábaco, se usaba la pascalina. Esta máquina fue la primera calculadora mecánica de la historia. La inventó el famoso matemático y filósofo francés Blaise Pascal allá por el año 1642. Imagínate lo revolucionario que fue en su época poder hacer cálculos sin tener que usar solo el cerebro y un papel.
La pascalina era básicamente una caja rectangular llena de engranajes y ruedas dentadas. Tenía una serie de diales en la parte superior que se podían girar para introducir los números. Cada dial representaba una posición decimal: unidades decenas centenas y así sucesivamente. Al girar estos diales los engranajes del interior se movían y realizaban los cálculos.
Funcionamiento de la pascalina
Pero ¿cómo funcionaba exactamente esta máquina? Pues la cosa era bastante ingeniosa. Para sumar por ejemplo girabas los diales para introducir el primer número. Luego girabas los diales correspondientes al segundo número y la máquina te mostraba el resultado. La resta funcionaba de forma similar pero en sentido contrario. Era como tener un ábaco pero mucho más avanzado y preciso.
Lo más impresionante es que la pascalina podía manejar el acarreo automáticamente. Esto significa que si sumabas 9 y 1 la máquina no solo cambiaba el 9 a 0 sino que también aumentaba en 1 el siguiente dígito. Era un avance enorme para la época. Imagina lo útil que era esto para contables y científicos que tenían que hacer cálculos complejos a diario.
Usos de la pascalina en su época
Ahora bien, ¿cuál era el uso de la Pascalina? Pues principalmente para hacer cálculos financieros y contables. El padre de Pascal era recaudador de impuestos y Blaise creó esta máquina para ayudarle en su trabajo. Con la pascalina podía sumar y restar grandes cantidades de dinero mucho más rápido y con menos errores que haciéndolo a mano.
Pero la pascalina no se quedó solo en el mundo de las finanzas. Pronto se empezó a usar en otros campos como la ciencia y la ingeniería. Los científicos la usaban para hacer cálculos astronómicos. Los ingenieros la empleaban para diseñar estructuras. Incluso se usó en la navegación para calcular rutas marítimas. Era como tener un pequeño ordenador portátil en una época en la que ni siquiera existía la electricidad.
Limitaciones de la pascalina
Claro que la pascalina no era perfecta. Tenía sus limitaciones. Por ejemplo solo podía hacer sumas y restas. Las multiplicaciones y divisiones había que hacerlas como una serie de sumas o restas repetidas. Esto podía llevar bastante tiempo si los números eran grandes. Además la máquina era bastante cara de producir lo que limitaba su acceso a personas adineradas o instituciones importantes.
Otra limitación era su tamaño y peso. La pascalina no era precisamente portátil. Pesaba varios kilos y era del tamaño de una caja de zapatos grande. No es algo que pudieras llevar fácilmente en el bolsillo. También requería cierta habilidad para usarla correctamente. Si no tenías cuidado al girar los diales podías cometer errores en los cálculos.
Pascalina e historia
A pesar de sus limitaciones la pascalina fue un invento revolucionario. Sentó las bases para el desarrollo de futuras máquinas de cálculo. Muchos inventores se inspiraron en ella para crear sus propias calculadoras mecánicas. Por ejemplo la máquina de Leibniz desarrollada unos años después ya podía hacer multiplicaciones y divisiones directamente.
La influencia de la pascalina llegó incluso hasta la era de los ordenadores. Los principios básicos de su funcionamiento como el uso de engranajes para representar números se aplicaron en las primeras computadoras mecánicas. Así que la próxima vez que uses tu calculadora o tu smartphone para hacer una suma recuerda que todo empezó con una caja llena de ruedas dentadas inventada por un joven francés hace casi 400 años.
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