Hablar de uno mismo en tercera persona

hablar de uno mismo en tercera persona

¿Alguna vez te has encontrado hablando de ti mismo como si fueras otra persona? Pues no estás solo. Mucha gente lo hace, y es algo que tiene su propio nombre: ileísmo. Este hábito consiste en referirse a uno mismo usando la tercera persona en lugar de la primera. Por ejemplo, en vez de decir "Estoy cansado", alguien que practica el ileísmo diría "Juan está cansado". Puede sonar raro, pero es más común de lo que crees.

La gente usa esta forma de hablar por diferentes razones. Algunos lo hacen para parecer más importantes o para llamar la atención. Otros lo usan como una técnica para distanciarse de sus propias acciones o sentimientos. También hay quien lo hace sin darse cuenta, sobre todo cuando está estresado o nervioso. Sea cual sea el motivo, el ileísmo es un fenómeno lingüístico que ha existido durante siglos y que sigue presente en nuestra forma de comunicarnos.

Contenido

Los efectos psicológicos del ileísmo

Hablar de uno mismo en tercera persona puede tener efectos interesantes en nuestra mente. Algunos psicólogos creen que esta práctica nos ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva. Es como si nos pusiéramos fuera de nosotros mismos para observarnos. Esto puede ser útil para manejar situaciones difíciles o para tomar decisiones complicadas.

Imagina que tienes que hacer una presentación importante y estás muy nervioso. En lugar de decirte "Estoy muy nervioso", podrías decir "Juan está nervioso, pero lo hará bien". Este pequeño cambio puede ayudarte a sentirte más tranquilo y a ver la situación de forma más objetiva. Algunos deportistas famosos usan esta técnica para motivarse antes de una competición importante. Les ayuda a concentrarse y a mantener la calma bajo presión.

Esta forma de hablar no es solo cosa de psicólogos o deportistas. También la vemos mucho en películas, series de televisión y libros. Algunos personajes famosos son conocidos por hablar de sí mismos en tercera persona. Por ejemplo, el luchador The Rock solía referirse a sí mismo como "The Rock" en sus discursos. Esto le daba un toque especial a su personaje y lo hacía más memorable.

En la literatura, algunos autores usan el ileísmo para crear personajes únicos o para mostrar cómo piensan. Es una forma de dar profundidad a la personalidad de un personaje. En la vida real, algunas figuras públicas también lo hacen. Políticos, celebridades e incluso algunos líderes religiosos han sido pillados hablando de sí mismos en tercera persona. A veces lo hacen para parecer más importantes, otras veces es simplemente parte de su estilo personal.

¿Cuándo usar el ileísmo?

Aunque puede ser divertido o útil en ciertas situaciones, hablar de uno mismo en tercera persona no siempre es apropiado. En una conversación normal, puede sonar raro o incluso arrogante. La gente podría pensar que estás tratando de llamar la atención o que te crees mejor que los demás. Por eso, es importante saber cuándo y cómo usarlo.

En general, el ileísmo funciona mejor en situaciones informales o cuando estás bromeando con amigos. También puede ser útil como técnica de autoayuda en privado. Por ejemplo, cuando te estás dando ánimos antes de hacer algo difícil. Pero en situaciones profesionales o formales, es mejor evitarlo. Lo mismo pasa en las redes sociales. Usar la tercera persona para hablar de ti mismo en tus posts puede hacer que la gente piense que eres un poco creído.

Los niños y el ileísmo

Es curioso, pero los niños pequeños suelen hablar de sí mismos en tercera persona de forma natural. Es parte de cómo aprenden a hablar y a entender quiénes son. Un niño de dos o tres años podría decir "Tomás quiere galleta" en lugar de "Quiero una galleta". Esto es normal y forma parte del desarrollo del lenguaje.

A medida que crecen, los niños aprenden a usar la primera persona. Pero algunos siguen usando la tercera persona de vez en cuando, sobre todo cuando están emocionados o quieren enfatizar algo. Los padres y profesores suelen corregir este hábito para que los niños aprendan a comunicarse de forma más convencional. Sin embargo, no es algo de lo que preocuparse demasiado, ya que la mayoría de los niños lo superan con el tiempo.

¿Deberías hablar de ti mismo en tercera persona?

Al final, hablar de uno mismo en tercera persona es una elección personal. Puede ser útil en ciertas situaciones, como cuando necesitas motivarte o ver las cosas desde otra perspectiva. Pero también puede sonar raro si lo usas demasiado. Lo importante es ser consciente de cómo suena y usarlo con moderación.

Si decides probar el ileísmo, hazlo primero en situaciones informales. Ve cómo te sientes y cómo reacciona la gente. Puede ser divertido jugar con el lenguaje de esta manera. Pero recuerda, la comunicación clara y directa suele ser la mejor opción en la mayoría de las situaciones. Así que usa el ileísmo con cuidado y disfruta explorando esta curiosa forma de hablar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *