Física cuántica y espiritualidad: La misteriosa relación que deberías conocer
La relación entre la física cuántica y la espiritualidad es un tema que ha generado mucho interés y especulación. Algunas de las ideas más revolucionarias de la mecánica cuántica parecen tener ciertas similitudes con conceptos que se exploran desde hace siglos en tradiciones contemplativas como el budismo.
El Dalai Lama, es la máxima autoridad del budismo tibetano. Nadie pone en duda sus conocimientos sobre espirituaidad y es él quien ofrece su perspectiva única en su libro "El universo en un solo átomo". Lhamo Dondhup,, como así se llama realmente el decimocuarto Dalai Lama, lleva décadas tratando de tender un puente entre ciencia y la espiritualidad ¿Llegará a hacerlo posible?
La indeterminación cuántica
El principio de incertidumbre de Heisenberg establece límites fundamentales a la precisión con la que podemos conocer ciertos pares de propiedades físicas, como la posición y el momentum de una partícula. Cuanto más exactamente midamos una, más se "difuminará" la otra. Surgen preguntas inevitables: ¿hay lugar en este reino de ambigüedad para que aflore nuestra voluntad? ¿O estamos aún sujetos a un destino ineluctable?
Para el Dalai Lama, la mecánica cuántica recuerda a ciertos preceptos budistas sobre la naturaleza última de la realidad, esquiva e ilocalizable. La falta de certeza inherente en ambos ámbitos apunta, a su juicio, a un vacío en el corazón mismo de la existencia. Quizás la indeterminación de lo cuántico sea un reflejo de este vacío interconectado que impregna el universo.
Interdependencia
Otro concepto budista fundamental es la interdependencia: cómo todos los fenómenos surgen en dependencia de causas y condiciones. Nada existe como entidad aislada e independiente.
La teoría cuántica de campos también se basa en relaciones dinámicas entre partículas y fields, enfatizando la interconectividad del universo. Partículas que antes se pensaba que eran elementos fundamentales ahora se conciben como manifestaciones temporales de campos subyacentes.
Si bien esto sugiere un paradigma similar al budismo, el Dalai Lama precisa que la física estudia la interdependencia material, mientras el budismo se enfoca en la interdependencia conceptual. Sus afirmaciones pertenecen a dominios diferentes.
El papel del observador
Un aspecto intrigante de la mecánica cuántica es cómo el acto de observación afecta el sistema observado, un área que permanece poco comprendida. Algunas interpretaciones proponen que la conciencia del observador desempeña un rol activo.
Esto evoca la idea budista de que el mundo es en parte una creación mental. Pero inferir que la física cuántica confirma que la mente crea la realidad sería, una vez más, ir demasiado lejos. Como apunta el Dalai Lama, la conciencia a la que se refiere la mecánica cuántica no necesariamente denota la cognición mental.
¿Diálogo o fusión?
A lo largo de su libro, el Dalai Lama enfatiza la necesidad de claridad sobre la naturaleza y los límites de cada disciplina. Resalta que la física cuántica no puede sustituir ni validar las tradiciones contemplativas. Tampoco corresponde fusionar ciencia y religión en una sola entidad.
Sin embargo, dentro de sus respectivos ámbitos, ve en las revolucionarias teorías cuánticas y las visiones de la realidad exploradas por el budismo un motivante terreno común para inspirar mayor diálogo. ¿Podría este intercambio conducir a nuevas e inesperadas comprensión de la naturaleza de la realidad?
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