¿Qué es un disco duro m2 y que capacidad tiene?

m2 disco duro

¿Te has fijado en esos pequeños chips que llevan los ordenadores nuevos? Son los discos duros M2, la última moda en almacenamiento. Imagina que tienes un lápiz de memoria, pero mucho más rápido y potente. Así son estos discos. Se conectan directamente a la placa base del ordenador, como si fueran una pieza más. No necesitan cables ni nada por el estilo. Son tan pequeños que caben en la palma de tu mano, pero no te dejes engañar por su tamaño.

Estos discos son la caña. Van tan rápido que cargan los programas en un momento. Cuando enciendes el ordenador, arranca en segundos. Y si quieres copiar archivos grandes, lo hacen en un momento. Es como si le hubieras dado un chute de energía a tu PC. Además, como no tienen partes móviles, son más resistentes a los golpes. Si se te cae el portátil, es menos probable que pierdas tus datos.

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Capacidad de almacenamiento: Del pequeño al grande

Pero vamos a lo que interesa: ¿cuánto pueden guardar estos pequeñajos? Pues depende. Los hay desde 128 GB, que es como tener un móvil de gama media, hasta 4 TB o más. Eso es una burrada de espacio. Piensa que en 1 TB puedes meter unas 250 películas en alta definición. O sea, que con 4 TB tendrías para ver pelis durante meses sin parar.

La cosa es que cuanto más grande, más caro. Un M.2 de 256 GB te puede salir por unos 50 euros, mientras que uno de 2 TB puede costar más de 200 euros. Pero oye, por ese precio tienes un ordenador que vuela. Y si eres de los que guardan muchas fotos, vídeos o juegas a videojuegos, te vendrá de perlas tener tanto espacio.

Velocidad de vértigo: NVMe vs SATA

Ahora bien, no todos los M.2 son iguales. Están los que usan tecnología SATA, que son como los discos duros normales pero en pequeñito, y luego están los NVMe. Estos últimos son los más rápidos. Van tan deprisa que pueden leer y escribir datos a más de 3.000 MB por segundo. Para que te hagas una idea, es como si pudieras descargar una peli entera en unos segundos.

Los M.2 SATA son más lentos, pero siguen siendo mejores que los discos duros tradicionales. Y lo bueno es que son más baratos. Así que si quieres mejorar tu ordenador sin gastar mucho, pueden ser una buena opción. Eso sí, asegúrate de que tu placa base es compatible antes de comprar uno.

Instalación: Más fácil que cambiar una bombilla

Lo mejor de todo es que instalar un disco duro m2 es pan comido. Abres el ordenador, lo enchufas en su ranura y listo. No hay que andar con cables ni nada. Es como poner una pieza de Lego. Eso sí, ten cuidado al tocarlo, que son delicados. Y no se te ocurra meterlo a la fuerza, que se puede romper.

Una vez instalado, solo tienes que formatear el disco y ya puedes empezar a usarlo. Windows lo detecta sin problemas, así que no tendrás que andar buscando drivers ni nada por el estilo. Es enchufar y listo. En menos de lo que tardas en hacerte un sandwich, ya tienes tu ordenador con un almacenamiento de última generación.

El futuro del almacenamiento: ¿Qué nos espera?

Los discos m2 son solo el principio. La tecnología avanza que da gusto y ya se están desarrollando nuevos sistemas de almacenamiento aún más rápidos. Hay quien dice que en unos años tendremos discos que funcionarán con luz en vez de electricidad. Imagínate, ¡discos a la velocidad de la luz!

Pero de momento, los M.2 son lo más. Si tienes un ordenador viejo que va lento, cambiar el disco duro por uno de estos puede ser como darle una segunda vida. Y si te compras un portátil nuevo, asegúrate de que lleve uno de estos. Te ahorrarás muchos dolores de cabeza y ganarás un montón de tiempo en tu día a día.

En fin, que los discos M.2 son increíbles. Rápidos, pequeños y con un montón de capacidad. Son como los coches deportivos del mundo de la informática. Así que ya sabes, la próxima vez que vayas a comprar un ordenador o quieras darle un empujón al que tienes, échales un ojo a estos pequeñines. Te van a sorprender.

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