¿Cuál es el tratamiento para la discalculia?

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¿Te resultan los números un dolor de cabeza? La discalculia es un trastorno que afecta a más personas de lo que imaginas. Los expertos en neurología han descubierto que el 5% de los estudiantes tienen este problema. No es cuestión de esfuerzo ni de inteligencia. Es una forma diferente de procesar los números.

El primer paso para el tratamiento es conseguir un buen diagnóstico. Esto lo tiene que hacer un profesional especializado en problemas de aprendizaje. Los neuropsicólogos usan pruebas específicas para ver qué áreas necesitan más apoyo.

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Intervención temprana y apoyo especializado

El tratamiento funciona mejor cuando se empieza pronto. Los especialistas del Centro de Desarrollo Infantil recomiendan empezar en cuanto se detecten las primeras señales. Las sesiones con un terapeuta ocupacional ayudan a desarrollar habilidades básicas. Estas sesiones suelen ser dos veces por semana y duran entre 45 minutos y una hora.

La terapia incluye ejercicios prácticos y juegos con números, mientras los niños aprenden a usar materiales como ábacos y bloques de construcción. Estos objetos les ayudan a entender mejor las cantidades. Los terapeutas usan técnicas multisensoriales que combinan vista tacto y movimiento.

Herramientas y recursos educativos

Las nuevas tecnologías son super útiles, existen apps y programas de ordenador diseñados para personas con discalculia. Estas herramientas convierten las matemáticas en algo más fácil de entender.

En clase los profesores pueden usar materiales adaptados. Las hojas de ejercicios tienen números más grandes y más espacio para escribir y los estudiantes pueden usar calculadora cuando sea necesario. También tienen más tiempo para hacer los exámenes, esto les ayuda a demostrar lo que saben sin la presión del tiempo.

Estrategias para casa y escuela

En casa hay trucos que funcionan bien. Usar regletas de colores ayuda a ver las cantidades de forma visual. Los juegos de mesa son buenos para practicar el conteo. Las actividades de la vida diaria como cocinar o hacer la compra sirven para practicar con números reales.

Los deberes necesitan un enfoque especial. Es mejor dividir las tareas en partes pequeñas. Cada paso debe ser claro y sencillo, además los descansos frecuentes ayudan a mantener la concentración. No pasa nada si se tarda más tiempo en terminar. Lo importante es entender bien cada concepto.

Seguimiento y apoyo continuado

El progreso se nota poco a poco. Los profesionales hacen evaluaciones regulares para ver cómo va el tratamiento. Cada tres meses suelen revisar los objetivos y ajustar las estrategias si hace falta, pero es normal que haya días buenos y días malos, lo importante es no rendirse.

La comunicación entre padres profesores y terapeutas es básica. Todos deben trabajar juntos y compartir información sobre lo que funciona mejor. Las reuniones regulares ayudan a mantener el tratamiento en la dirección correcta. El equipo de orientación del colegio puede coordinar todos estos esfuerzos.

Resultados y expectativas realistas

Los resultados varían según cada persona. Algunos niños mejoran mucho en poco tiempo, otros necesitan más tiempo para avanzar. No hay que comparar con otros estudiantes. Cada uno tiene su ritmo y eso está bien. Lo importante es celebrar cada pequeño avance.

La discalculia no desaparece pero se aprende a manejar mejor. Con las estrategias adecuadas los estudiantes pueden tener éxito en matemáticas y en la vida. Muchos llegan a la universidad y tienen carreras exitosas. El apoyo y la comprensión marcan la diferencia en su desarrollo.

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