¿Cuál es la diferencia entre solicitud y sugerencia de amistad en Facebook?

¿Te has preguntado alguna vez por qué a veces recibes solicitudes de amistad y otras veces son sugerencias? Yo también me lo preguntaba hasta que me puse a investigar un poco. Resulta que Facebook tiene dos formas distintas de conectar a las personas.
Por un lado, están las solicitudes de amistad que todos conocemos. Son esas notificaciones que te llegan cuando alguien quiere ser tu amigo en la red social. Tú decides si aceptas o no. Por otro lado, existen las sugerencias de amistad. Estas son personas que Facebook cree que podrías conocer, pero que no te han enviado una solicitud directamente.
La principal diferencia entre solicitud y sugerencia de amistad en Facebook, está en quién toma la iniciativa. En las solicitudes, es la otra persona la que da el primer paso para conectar contigo. En cambio, las sugerencias las hace el algoritmo de Facebook basándose en tus datos y conexiones. A veces aciertan y otras veces te sugieren gente que ni conoces. Es como cuando un amigo te presenta a alguien en una fiesta, pero en versión digital.
Cómo funcionan las solicitudes de amistad
Cuando alguien te envía una solicitud de amistad, te llega una notificación. Puedes verla en la campanita de notificaciones o en la sección de solicitudes de amistad. Ahí tienes la opción de aceptar, rechazar o ignorar la solicitud. Si aceptas, esa persona pasa a ser tu amigo en Facebook y podréis ver vuestras publicaciones. Si rechazas, la persona no se entera, simplemente no os hacéis amigos. Y si ignoras, la solicitud se queda ahí por si quieres decidir más tarde.
Hay gente que envía solicitudes a todo el mundo, como si fuera una competición por tener más amigos. Otros son más selectivos y solo mandan solicitudes a personas que conocen de verdad. Facebook pone límites al número de solicitudes que puedes enviar para evitar el spam. Si envías demasiadas solicitudes a gente que no te conoce, pueden bloquearte esa función durante un tiempo.
El misterio de las sugerencias de amistad
Las sugerencias de amistad son más misteriosas. Facebook usa su algoritmo para recomendarte gente que cree que podrías conocer. Se basa en cosas como amigos en común, el lugar donde vives o trabajas, los grupos a los que perteneces o las páginas que sigues. A veces da en el clavo y te sugiere a alguien que conoces de verdad. Otras veces te recomienda a gente que no has visto en tu vida.
Lo curioso es que las sugerencias cambian constantemente. Un día te pueden sugerir a tu vecino y al siguiente a un compañero de trabajo de hace años. No hay una lógica clara, al menos para nosotros los usuarios. Facebook guarda sus secretos sobre cómo funciona exactamente este sistema. Lo que sí sabemos es que puedes influir un poco en las sugerencias ocultando las que no te interesan.
Privacidad y control de las conexiones
Tanto en las solicitudes como en las sugerencias, la privacidad es importante. Puedes configurar quién puede enviarte solicitudes de amistad: todo el mundo, amigos de amigos o nadie. También puedes bloquear a usuarios específicos para que no puedan contactarte. En cuanto a las sugerencias, no hay forma de desactivarlas del todo, pero puedes ir descartando las que no te interesen.
Es curioso cómo Facebook intenta equilibrar la privacidad con la conexión entre usuarios. Por un lado, te da herramientas para controlar quién se conecta contigo. Por otro, usa tus datos para sugerirte nuevas conexiones. Es como si fuera un casamentero digital, intentando emparejarte con nuevos amigos pero dejándote la última palabra.
Todo esto de las solicitudes y sugerencias ha cambiado la forma en que nos relacionamos. Antes, para hacer un amigo nuevo tenías que conocerlo en persona o que alguien te lo presentara. Ahora, con un clic puedes conectar con gente de todo el mundo. Esto tiene sus ventajas, como reencontrarte con viejos amigos o conocer gente con tus mismos intereses. Pero también sus inconvenientes, como la superficialidad de algunas conexiones o la presión por tener muchos "amigos".
Al final, lo importante es usar estas herramientas de forma consciente. No hace falta aceptar todas las solicitudes ni hacer caso a todas las sugerencias. Lo mejor es ser selectivo y conectar con gente que realmente te aporte algo. Facebook es una herramienta, y como toda herramienta, depende de cómo la uses. Puede ser una forma genial de mantener el contacto con tus amigos o puede convertirse en una fuente de estrés social. Tú decides.
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