Diferencia entre iglesia presbiteriana y evangélica
La religión forma una parte integral, de la vida de millones de personas en todo el mundo. Dentro del cristianismo existen diversas denominaciones con distintas tradiciones, prácticas y creencias.
En esta publicación analizaremos en profundidad dos de las denominaciones protestantes más extendidas: la presbiteriana y la evangélica. Veremos sus orígenes, su teología, su organización, su culto y otras diferencias clave que las caracterizan.
Orígenes e influencias
La denominación presbiteriana, surgió durante la Reforma protestante del siglo XVI de la mano de Juan Calvino en Ginebra. Sus ideas teológicas y religiosas se extendieron rápidamente por Escocia, Inglaterra, Francia y otras naciones.
La denominación evangélica tiene un origen más diverso. Con influencias del luteranismo, el anabaptismo, el puritanismo y los avivamientos protestantes de los siglos XVIII y XIX.
Sistemas de gobierno
Una diferencia clave entre ambas denominaciones, es su sistema de gobierno. Los presbiterianos, se organizan en una estructura representativa con sínodos y presbiterios formados por presbíteros o ancianos.
Esta forma presbiteriana de gobierno contrasta con la gran diversidad existente entre las iglesias evangélicas. Muchas de ellas son congregacionalistas, con gobierno autónomo para cada congregación local. Otras tienen estructuras episcopales con obispos.
Teología y doctrina
En términos teológicos, el presbiterianismo sigue una tradición calvinista y reformada. Con énfasis en la soberanía de Dios, la predestinación, la depravación total del ser humano y la salvación por gracia.
El término "evangélico", en cambio, engloba una gran variedad de tradiciones. Muchos evangélicos son de tradición arminiana, pietista o puritana. Con diferencias significativas respecto al calvinismo, en áreas como la elección divina y el libre albedrío humano.
Prácticas litúrgicas
Las iglesias presbiterianas siguen prácticas litúrgicas relativamente uniformes, centradas en la proclamación de la Palabra. El culto evangélico, en contraste, varía enormemente entre tradiciones: desde un culto espontáneo y contemporáneo hasta liturgias más formales y reverentes.
En cuanto a los sacramentos, los presbiterianos bautizan a los infantes de creyentes, mientras muchos evangélicos practican el bautismo exclusivo de creyentes profesos.
Música y expresiones artísticas
La música juega un papel integral en la adoración cristiana. Los presbiterianos históricamente, han recurrido de forma exclusiva al canto de los salmos. Mientras la mayoría de iglesias evangélicas, incorporan himnos tradicionales y canciones contemporáneas.
En términos generales podría decirse que el culto presbiteriano tiende a ser más sobrio. Mientras una iglesia evangélica puede tener un estilo de alabanza mucho más expresivo y emotivo.
En cuanto a los temas sociales y morales, tanto presbiterianos como evangélicos suelen defender posturas mas conservadoras. Especialmente en áreas como el aborto, la homosexualidad o el concepto de familia.
Sin embargo, en algunos temas como la pena de muerte, el cuidado del medioambiente o la pobreza, existe mayor diversidad de opiniones entre los evangélicos. Los presbiterianos tienden a fundamentar más sus posiciones éticas, en confesiones históricas de fe.
Presencia e impacto global
Tanto la denominación presbiteriana como el amplio movimiento evangélico tienen hoy una presencia significativa a nivel global. Los presbiterianos superan los 20 millones de miembros en todo el mundo.
Por su parte se estima que los evangélicos sobrepasan los 600 millones de fieles. Ambas tradiciones han experimentado un importante crecimiento en el hemisferio sur durante las últimas décadas.
Conclusión
Como hemos podido ver, presbiterianos y evangélicos comparten una herencia común en la Reforma protestante. Pero eso sí, se diferencian en aspectos clave como su gobierno eclesiástico, teología, culto y énfasis ministeriales.
Los presbiterianos, representan una rama más uniforme y definida. El término “evangélico” aglutina una diversidad mucho mayor de denominaciones y prácticas. Conociendo tanto sus similitudes como sus diferencias, podemos entender mejor el complejo panorama del protestantismo actual.
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