Esto rompe el dicho de ‘todo llega a su tiempo’ ya que una postal llegó a su destino un siglo más tarde de ser enviada. Esto ocurrió en Míchigan donde una habitante de esta ciudad recibió una postal que fue enviada para unos antiguos residentes de su casa, pero lo más raro ha sido que esta misiva tenía el matasellos del año 1921.

La mujer de 30 años llamada Brittany Keech se acercó hasta su buzón para recoger sus facturas y se llevó una sorpresa al ver que entre ellas había un sobre amarillento que resaltaba: “A principio no le di muchas vueltas más allá del hecho de que era antigua y resultaba interesante”.

Brittany que vive en la localidad de Belding se extrañó al ver que a pesar que la misiva ponía su dirección, el destinatario era un hombre pero se extrañó aún más, cuando se fijó en la fecha de esta misiva la cual ponía “29 de octubre de 1920”.

La postal que fue escrita en fecha de Halloween por una tal Flossie Burgess y que le había costado tan sólo ‘un céntimo’ decía lo siguiente: “Queridos primos. Espero que os encontréis todos bien. Nosotros estamos bien en general, pero madre anda muy floja de las rodillas. Hace un frío horrible aquí. Acabo de terminar mi clase de historia y dentro de nada me voy a la cama. Mi padre se está afeitando y mi madre, dictándome vuestra dirección”.

¿Cómo es posible que ésto suceda? Según respuesta de un agente del Servicio Postal de EE.UU. dice lo siguiente: “Muchas veces estos problemas no tienen que ver con que se hayan traspapelado envíos que terminan apareciendo, sino que lo que suele ocurrir es que algunas viejas cartas y postales compradas en mercadillos, anticuarios o por Internet vuelven a entrar en el servicio postal. Y el resultado final es aquel que mejor sabemos hacer: siempre que haya una dirección y franqueo, la postal o la carta terminan entregadas”.

Keech se ha puesto en marcha para ponerse en contacto y resolver el misterio con los antiguos propietarios de su casa publicando las imágenes en Facebook con el fin de encontrar familiares de los McQueen o Burgess: “Cuento con dos señoras fantásticas que me están ayudando a indagar en la genealogía”.

El fin de Brittany es querer entregar dicha postal a los posibles descendientes del destinatario o del remitente y se emocionen: “Espero que la abuela y el abuelo estén bien. No olvidéis escribirnos. Roy ya tiene remendados sus pantalones”.

A un siglo de ser enviada, una postal llega por fin a su destino