Comportamiento asertivo: Definición y ejemplos
Es curioso como algunas personas consiguen lo que quieren sin parecer mandonas. La asertividad es esa habilidad que nos permite expresar nuestras necesidades y opiniones sin pasar por encima de los demás. No es ser agresivo ni tampoco quedarse callado. Es encontrar ese punto medio que nos permite comunicarnos de forma clara y respetuosa.
Ser asertivo significa defender tus derechos sin pisar los de otros. Por ejemplo imagina que alguien se cuela en la fila del supermercado. Una persona asertiva diría: "Disculpa pero hay una fila y todos estamos esperando". No grita ni se queda callada. Expresa el problema de forma directa pero educada.
Características del Comportamiento Asertivo
Las personas asertivas tienen rasgos particulares. Mantienen contacto visual cuando hablan pero sin intimidar. Su tono de voz es firme pero tranquilo. Su postura es relajada y abierta y no necesitan gritar ni hacer aspavientos para que los demás los escuchen.
También son buenos oyentes. Dejan que los demás terminen de hablar antes de responder. No interrumpen ni sacan conclusiones precipitadas. Si no están de acuerdo con algo lo dicen pero respetan que otros piensen diferente. Es como jugar al ping-pong: la conversación va y viene de forma natural.
Ejemplos prácticos de asertividad
La asertividad se puede usar en cualquier situación. En el trabajo puedes decir "necesito más tiempo para entregar este proyecto" en vez de aceptar plazos imposibles. Con tu pareja podrías expresar "me gustaría pasar más tiempo juntos" en lugar de enfadarte en silencio.
En casa con los niños la asertividad es muy útil. En vez de gritar "¡recoge tu cuarto ya!" podrías decir "cuando dejas tus juguetes tirados alguien puede tropezar. Por favor recógelos". Das una razón clara y una petición específica sin crear un conflicto.
Beneficios de la Comunicación Asertiva
Ser asertivo tiene muchas ventajas. Reduce el estrés porque no guardas las cosas dentro hasta explotar. Mejora tus relaciones porque la gente sabe qué esperar de ti. Te ayuda a conseguir tus objetivos sin crear enemigos por el camino.
En el trabajo la asertividad puede ayudarte a progresar. Puedes pedir un aumento explicando tus logros sin parecer presumido o puedes rechazar tareas extra sin quedar mal. Incluso puedes manejar conflictos entre compañeros de forma constructiva.
Técnicas para desarrollar la asertividad
Practicar la asertividad es como aprender a montar en bici. Al principio puede dar miedo pero con práctica se vuelve natural. Puedes empezar con situaciones sencillas como pedir que te pasen la sal en la mesa o preguntar la hora a un desconocido.
Una técnica útil es el "mensaje yo". En vez de decir "eres un impuntual" dices "me siento frustrado cuando llegas tarde". Describes cómo te afecta la situación sin atacar a la otra persona. Es más probable que te escuchen y entiendan tu punto de vista.
Errores c omunes y cómo evitarlos
Mucha gente confunde ser asertivo con ser agresivo o pasivo-agresivo. La agresividad busca ganar a costa de los demás. La pasividad-agresiva esconde el enfado tras indirectas o sarcasmo. La asertividad busca una solución donde todos ganan.
La clave está en mantener el equilibrio. No te disculpes por tener una opinión pero tampoco la impongas. No te guardes las cosas pero tampoco las sueltes de mala manera. Es como bailar: hay que saber cuándo avanzar y cuándo dar espacio al otro.
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