¿Cómo se forman las estrellas? Explicación sencilla

Cómo se forman las estrellas

¿De dónde vienen las estrellas que ves en el cielo? Todo empieza en las nebulosas. Estas enormes nubes de gas y polvo flotan por el espacio como gigantescas fábricas estelares. El hidrógeno y el helio son los principales materiales que las forman pero también tienen otros elementos que se fueron creando en estrellas anteriores.

La gravedad es la fuerza que pone todo en marcha. Cuando una parte de la nebulosa se hace más densa atrae más y más material hacia su centro. Es como cuando tiras una piedra en un estanque y el agua empieza a girar a su alrededor. El proceso puede durar miles o millones de años según el tamaño de la zona.

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El nacimiento de una protoestrella

La temperatura sube sin parar en el núcleo de esta masa de gas. Cuando alcanza unos 2000 grados centígrados nace lo que los astrónomos llaman protoestrella. Es el primer paso para que se forme una estrella de verdad. En esta fase la gravedad sigue comprimiendo el gas hacia el centro.

A medida que la presión aumenta en el núcleo las temperaturas se disparan hasta niveles increíbles. La protoestrella brilla cada vez más pero aún no es una estrella completa. Necesita alcanzar temperaturas muchísimo más altas para que empiecen las reacciones nucleares.

La fusión nuclear enciende la estrella

Cuando el núcleo llega a unos 15 millones de grados empieza lo interesante. Los átomos de hidrógeno chocan entre sí con tanta fuerza que se fusionan y crean helio. Este proceso libera una cantidad brutal de energía. Y por fin tenemos una estrella. El Sol por ejemplo convierte 600 millones de toneladas de hidrógeno en helio cada segundo.

La estrella alcanza un equilibrio perfecto. La fuerza de la gravedad que intenta comprimirla se iguala con la presión de la radiación que empuja hacia fuera. Es como un tira y afloja cósmico que mantiene a la estrella estable durante millones o miles de millones de años.

El ciclo vital de las estrellas

Las estrellas tienen diferentes tamaños y colores según su masa inicial. Las más pequeñas son rojas y frías mientras que las más grandes son azules y súper calientes. Algunas estrellas nacen solas y otras en grupos. Las hay que tienen planetas orbitando a su alrededor como nuestro Sistema Solar.

El destino final de una estrella depende de su tamaño. Las pequeñas como el Sol se convierten en gigantes rojas y luego en enanas blancas. Las más grandes explotan como supernovas y pueden acabar como estrellas de neutrones o agujeros negros. Es fascinante pensar que todos los elementos pesados de nuestro cuerpo se crearon en el interior de estrellas que murieron hace miles de millones de años.

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