¿Cómo medir la velocidad de internet?

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A veces parece que las páginas tardan una eternidad en cargar o que los vídeos se quedan pillados cada dos por tres. Pero hay formas de saber si el problema es de tu internet, si es que te has enganchado a una serie con demasiados efectos especiales, o que tu compañía está teniendo problemas con sus servicios.

Lo primero que tienes que saber es que la velocidad de internet se mide en megabits por segundo (Mbps). Es como si midieras la velocidad de un coche, pero en vez de kilómetros por hora, usas megabits por segundo. Cuantos más megabits pueda mover tu conexión en un segundo, más rápido irá todo. Es así de simple.

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Herramientas para medir la velocidad

Hay un montón de páginas web que te permiten hacer una prueba de velocidad gratis. Las más conocidas son Speedtest.net y Fast.com. También puedes optar por los tests de velocidad de la propia compañía que tienes contratada. Funcionan de una forma parecida: le das al botón de "Iniciar" y en unos segundos te dicen cuál es tu velocidad de descarga y de subida.

La velocidad de descarga es la que importa cuando estás viendo una peli en Netflix o bajándote un juego nuevo. La de subida entra en juego cuando subes fotos a Instagram o haces una videollamada. Por lo general, la velocidad de descarga suele ser más alta que la de subida, a no ser que tengas una conexión de fibra simétrica.

¿Qué significan los números?

Vale, ya has hecho la prueba y tienes unos números delante. ¿Pero qué narices significan? Pues mira, si tienes una conexión de fibra óptica, deberías estar viendo números por encima de los 100 Mbps fácilmente. Si tienes ADSL, la cosa cambia. Ahí los números suelen estar entre los 10 y los 30 Mbps.

Estos números pueden variar un montón dependiendo de la hora del día, de cuánta gente esté conectada en tu casa y hasta del tiempo que haga fuera. Sí, has oído bien. El mal tiempo puede afectar a tu señal de internet, sobre todo si tienes una conexión por satélite.

Trucos para mejorar la velocidad

¿Te ha salido una velocidad más baja de lo que esperabas? No te agobies, que hay cosillas que puedes hacer para mejorarla. Lo primero es reiniciar el router. Parece una tontería, pero a veces funciona de maravilla. Es como darle un café a tu conexión para que se despierte.

Otra cosa que puedes probar es acercarte más al router. Las paredes y los muebles pueden bloquear la señal WiFi, así que cuantas menos cosas haya entre tú y el router, mejor irá todo. Y si tienes la posibilidad, conecta tu ordenador directamente al router con un cable Ethernet. Verás cómo sube la velocidad que da gusto.

Cuando llamar al técnico

A veces, por mucho que reinicies el router y te pongas al lado, la cosa no mejora. Si ves que tu velocidad es consistentemente más baja de lo que debería ser según tu contrato, es hora de llamar a tu proveedor de internet. Puede que haya algún problema en la línea o que necesites un router nuevo.

Antes de hacer la llamada, asegúrate de hacer varias pruebas de velocidad en diferentes momentos del día. Así tendrás pruebas sólidas para demostrar que tu conexión no va como debería. Y si te dicen que todo está bien por su lado, no te cortes en pedir que envíen a un técnico a tu casa.

El futuro de las conexiones a internet

¿Sabías que ya se está hablando de conexiones de internet que pueden llegar a los 10 Gbps? Eso es como 100 veces más rápido que la fibra óptica actual. Imagínate poder bajarte una peli en HD en menos de un segundo. Suena a ciencia ficción, pero ya se está trabajando en ello.

Y no solo eso. También se está desarrollando el internet por satélite que promete llevar conexiones rápidas a zonas rurales donde antes era imposible. Proyectos como Starlink de Elon Musk ya están en marcha. Quién sabe, igual en unos años podrás tener una conexión de alta velocidad hasta en medio del campo.

La importancia de una buena conexión

Tener una buena conexión a internet es más importante de lo que parece. No es solo por poder ver series sin que se corten o jugar online sin lag. Una conexión rápida y estable puede ser la diferencia entre poder trabajar desde casa cómodamente o pasarte el día maldiciendo a tu ordenador.

La próxima vez que notes que tu internet va lento, no te quedes con la duda. Haz una prueba de velocidad, mira si puedes mejorar algo por tu cuenta y si no, no dudes en reclamar. Estás pagando por un servicio y tienes derecho a que funcione como debe. E insiste si desde tu compañía te sueltan el rollo de: "es que hay mucha gente conectada".

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