¿Cómo funciona un telescopio astronómico? Explicación sencilla

Cómo funciona un telescopio astronómico

Los telescopios astronómicos son ojos gigantes que nos permiten mirar muy lejos en el espacio. Lo primero que tienes que saber es que hay dos tipos principales: los refractores y los reflectores. Los refractores usan lentes y los reflectores espejos. Pero vamos a centrarnos en cómo funcionan en general.

La idea básica es recoger mucha luz. Cuanta más luz recojas más lejos podrás ver, por eso los telescopios tienen esas aberturas tan grandes. Como te dije antes, es como si tuvieras unos ojos enormes. La luz entra por el tubo principal y se concentra en un punto. Ahí es donde se forma la imagen que luego ampliamos con el ocular. El ocular es como una lupa que usamos para ver la imagen más grande.

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Tipos de telescopios: refractores vs reflectores

Los telescopios refractores son los más sencillos. Tienen una lente grande en la parte delantera que dobla la luz y la enfoca en un punto. El problema es que las lentes grandes son caras y pesadas, por eso los telescopios grandes suelen ser de otro tipo.

Los telescopios reflectores usan espejos en vez de lentes. Tienen un espejo cóncavo grande al fondo del tubo que recoge la luz y la refleja hacia un punto. Luego hay un espejo más pequeño que desvía la imagen hacia el ocular. Este diseño permite hacer telescopios mucho más grandes y potentes. Para que te hagas una idea, el famoso telescopio Hubble es de este tipo.

Potencia y aumento en los telescopios

Mucha gente cree que lo importante en un telescopio es el aumento, pero no es así. Lo crucial es la cantidad de luz que recoge. Un telescopio con una abertura grande pero poco aumento te dejará ver objetos más débiles que uno pequeño con mucho aumento. El aumento lo puedes cambiar usando diferentes oculares. Más o menos como cambiar el zoom de una cámara.

La potencia de un telescopio se mide por el diámetro de su abertura. Cuanto más grande más luz recoge y más lejos puedes ver. Los telescopios caseros suelen tener entre 60 y 200 milímetros de abertura. Los profesionales pueden tener varios metros. El telescopio más grande del mundo está en Canarias y tiene 10,4 metros de diámetro. Imagínate la de luz que puede recoger ese coloso.

Observación astronómica: más allá del telescopio

Pero tener un buen telescopio no lo es todo. Para observar bien el cielo necesitas un lugar oscuro lejos de la contaminación lumínica de las ciudades. También hay que tener en cuenta las condiciones atmosféricas porque si hay nubes o mucha turbulencia en el aire la imagen se verá borrosa. Por eso los mejores observatorios están en montañas altas y en zonas desérticas.

Otra cosa importante es la montura del telescopio. Tiene que ser estable y permitir seguir el movimiento de los astros. La Tierra gira y los objetos celestes parecen moverse en el cielo, así que, una buena montura te permite "perseguirlos" y mantenerlos en el campo de visión. Las monturas más avanzadas lo hacen automáticamente. Incluso puedes programarlas para que busquen objetos concretos.

Tecnología moderna en la astronomía

Hoy en día los telescopios usan mucha tecnología. Tienen cámaras digitales especiales para captar imágenes del espacio profundo. Algunos usos sistemas de óptica adaptativa que corrigen las distorsiones de la atmósfera en tiempo real. Es como si le pusieran gafas al telescopio para que vea más nítido.

Los radiotelescopios son otro invento al que le tienes que seguir la pista, si no los conoces. En vez de luz visible captan ondas de radio que vienen del espacio. Nos permiten "ver" cosas que serían invisibles con telescopios normales, como agujeros negros o el nacimiento de nuevas estrellas. Y no olvidemos los telescopios espaciales como el James Webb que observan desde fuera de la atmósfera. Estos pueden captar imágenes increíbles sin las limitaciones que tenemos en la Tierra.

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