La cara oculta de la Luna: ¿Qué es y por qué no se ve?

Cara oculta de la Luna

Seguro que más de una vez te has preguntado por qué siempre vemos la misma cara de la Luna. No es que sea tímida y no quiera mostrarnos su otro lado. La razón es más sencilla de lo que parece. Resulta que la Luna tarda lo mismo en girar sobre sí misma que en dar una vuelta alrededor de la Tierra. Para que me entiendas mejor, es como si la Luna estuviera bailando un vals eterno con nuestro planeta siempre mirándonos de frente. Este fenómeno se llama rotación sincrónica y es el motivo por el que una mitad de la Luna siempre nos da la espalda.

Pero no estamos hablando de un lado oscuro como decía Pink Floyd. La cara oculta de la Luna recibe tanta luz solar como la que vemos. Es solo que desde la Tierra nunca podemos verla directamente. Imagínate que es como el reverso de una moneda. Sabes que está ahí pero nunca la ves a menos que le des la vuelta. En el caso de la Luna no podemos darle la vuelta así como así pero eso no significa que no sepamos cómo es.

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¿Qué hay en la cara oculta de la Luna?

Te sorprenderá saber que la cara oculta es bastante diferente de la que vemos todas las noches. Para empezar tiene muchos más cráteres. La razón es que la cara visible está más protegida por la gravedad de la Tierra que desvía muchos meteoritos. La cara oculta en cambio se ha llevado todos los golpes.

Otra diferencia curiosa es que tiene menos "mares". No te emociones que aún no han descubierto agua. Los mares lunares son en realidad grandes llanuras oscuras formadas por antiguas erupciones de lava. En la cara visible ocupan casi un tercio de la superficie. En la cara oculta en cambio son mucho menos comunes. Los científicos aún no están seguros de por qué existe esta diferencia pero tienen algunas teorías interesantes al respecto.

El descubrimiento de la cara oculta

¿Sabes cuándo vimos por primera vez la cara oculta de la Luna? Fue en 1959 gracias a la sonda soviética Luna 3. Hasta entonces era un completo misterio. Solo tenemos que imaginar la emoción de los científicos al recibir esas primeras imágenes borrosas, como si acabaran de descubrir un nuevo continente pero en el espacio. Desde entonces hemos enviado muchas más misiones para estudiar esa parte de nuestro satélite.

Una de las misiones más famosas fue la Apollo 8 en 1968. Fue la primera vez que seres humanos vieron con sus propios ojos la cara oculta de la Luna. Los astronautas describieron la experiencia como salir de detrás de una cortina oscura y ver un paisaje lunar completamente nuevo. Debe ser una sensación increíble ver algo que ningún ser humano había visto antes en toda la historia.

La importancia científica de la cara oculta

Pero la cara oculta de la Luna no es solo una curiosidad. Tiene un gran valor científico. Por ejemplo es un lugar ideal para instalar radiotelescopios. ¿Por qué? Porque está protegida de todas las interferencias de radio que producimos en la Tierra, como si tuviera un enorme escudo natural contra el ruido. Imagina poder escuchar el universo sin todo el bullicio de nuestras señales de radio televisión y teléfonos móviles.

Además estudiar la cara oculta nos ayuda a entender mejor la historia de la Luna y por extensión la de la Tierra. Las diferencias entre ambas caras nos dan pistas sobre cómo se formó nuestro satélite y cómo ha evolucionado a lo largo de miles de millones de años. Es como tener un libro de historia cósmico justo al lado de casa. Solo que en lugar de páginas tiene cráteres y montañas.

El futuro de la exploración lunar

En los últimos años ha resurgido el interés por explorar la Luna. Varias agencias espaciales tienen planes para enviar misiones a la cara oculta. China ya lo hizo en 2019 con su misión Chang'e 4. Fue la primera vez que se logró un alunizaje suave en esa parte de la Luna. Es como si hubiéramos abierto una nueva frontera de exploración.

En 2024, los chinos han vuelto a interesarse por este lado desconocido de la luna. Gracias a la misión lunar Chang'e-6 , se ha podido recoger 2 kilos de polvo y rocas de este lado de la Luna, y se podrá investigar más a fondo su composición. Según asegura desde la NASA, China tiene la intención de compartir aquellos hallazgos que resulten interesantes. Vamos a ver si es cierto, por el bien de la ciencia.

¿Te imaginas que en el futuro haya bases lunares en la cara oculta? Podrían ser centros de investigación observatorios o incluso puntos de partida para misiones más lejanas. La NASA está considerando usar la Luna como un trampolín para llegar a Marte. Quién sabe tal vez algún día podremos hacer turismo lunar y ver con nuestros propios ojos esa cara de la Luna que durante tanto tiempo nos ha dado la espalda.

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