¿Por qué cada vez que discutimos mi pareja me deja?

No sé si les pasa a muchos-as, pero a mí me molesta mucho cuando discuto con mi pareja y de repente se marcha. Es como si no pudiera aguantar la tensión y prefiriera salir corriendo antes que enfrentarse al problema. Al principio pensaba que era algo puntual, pero me he dado cuenta de que es un patrón que se repite una y otra vez. Cada vez discutimos mi pareja me deja y se va. Y yo me quedo ahí, con la palabra en la boca y sin entender nada.
Lo peor es que luego, cuando intento hablar del tema, se hace la loca. Es como si no hubiera pasado nada y volvemos a la normalidad como si tal cosa. Pero en el fondo, los dos sabemos que hay algo que no funciona. Esa falta de comunicación nos está pasando factura y cada vez nos cuesta más conectar de verdad.
Miedo al conflicto en las relaciones
He estado dándole vueltas y creo que el problema de fondo es el miedo al conflicto. Mi pareja parece que no sabe lidiar con las discusiones y prefiere evitarlas a toda costa. Supongo que en su familia no le enseñaron a gestionar este tipo de situaciones y ahora le cuesta mucho enfrentarse a ellas. El caso es que huir no soluciona nada, solo lo aplaza y hace que los problemas se vayan acumulando.
Yo tampoco soy ningún experto en el tema, la verdad. Muchas veces me pongo a la defensiva o me cierro en banda sin darme cuenta. Pero al menos intento quedarme ahí y afrontar la situación, aunque me cueste. Creo que es la única forma de avanzar y resolver los conflictos de verdad. Si no, es como poner parches y al final la relación se resiente.
Falta de habilidades de comunicación
Otra cosa que he notado es que nos falta saber comunicarnos bien. A veces nos liamos a soltar reproches sin ton ni son, en lugar de explicar cómo nos sentimos realmente. O nos quedamos callados rumiando nuestro malestar en vez de hablarlo. Total, que al final ninguno de los dos se siente escuchado ni comprendido.
Yo creo que nos vendría bien aprender algunas técnicas para comunicarnos mejor. Cosas como escuchar sin interrumpir, usar mensajes en primera persona o buscar soluciones en lugar de culpables. Suena un poco a rollo de psicólogo, pero seguro que nos ayudaría a entendernos mejor y a no llegar a ese punto en que ella se larga.
Problemas de confianza en la pareja
En el fondo, me da la impresión de que hay un tema de confianza. Como si mi novia no se sintiera segura conmigo a la hora de mostrar su vulnerabilidad. Prefiere irse antes que abrirse del todo y exponerse emocionalmente. Y claro, así es imposible crear una conexión profunda y duradera.
Yo también tengo mis problemas con la confianza, no te creas. Me cuesta mucho bajar la guardia y mostrarme tal como soy. Pero intento hacer el esfuerzo porque sé que es la única forma de construir algo sólido. Si los dos pudiéramos confiar más el uno en el otro, seguro que nos resultaría más fácil afrontar juntos los momentos difíciles.
Estrategias para resolver conflictos
Parece lógico pensar que la mejor forma de resolver este tipo de problemas o situaciones, es hacerlo de una forma constructiva. Debemos verlos de una forma positiva y no negativa. De esta forma se tiene una nueva oportunidad de mejorar y fortalecer esa relación. Existen muchas formas que se pueden intentar. Entre ellas, encontrar un momento tranquilo para hablar, centrarse de una forma clara en el problema concreto o intentar ponernos en el lugar del otro.
También estaría bien establecer algunas normas básicas para nuestras discusiones. Por ejemplo, nada de gritar ni insultar, respetar los turnos de palabra o hacer pausas si la cosa se calienta demasiado. Y sobre todo, comprometernos a no irnos a mitad de la conversación, por muy incómoda que se ponga la situación.
Importancia del compromiso mutuo
Claro que todo esto no sirve de nada si no hay un compromiso real por parte de los dos. Yo estoy dispuesto a trabajar en la relación y en mis puntos débiles. Pero necesito que ella también ponga de su parte y se esfuerce por quedarse y afrontar los problemas juntos. Si no, por mucho que yo me empeñe, la cosa no va a funcionar.
Al final, una relación es cosa de dos. Los dos tenemos que estar en el mismo barco y remar en la misma dirección. Si conseguimos crear ese compromiso mutuo y esa confianza, seguro que poco a poco iremos superando nuestros problemas de comunicación. Y quién sabe, igual hasta llegamos a ver las discusiones como algo positivo que nos ayuda a conocernos mejor y a crecer como pareja.
Deja una respuesta