Automatizacion de Procesos con inteligencia artificial
La IA no solo está aquí para quedarse sino que cada día se mete más en nuestras vidas y en nuestros trabajos. Y no hablo solo de robots en fábricas. La cosa va mucho más allá. Desde el análisis de datos hasta la atención al cliente pasando por la logística y el marketing la IA está transformando la forma en que hacemos las cosas.
Pero esto no significa que las máquinas vayan a quitarnos el trabajo. Al menos no del todo. Lo que está pasando es que la IA se está convirtiendo en una especie de súper ayudante. Hace las tareas repetitivas y aburridas más rápido y mejor que nosotros.
¿Y qué ganamos con esto? Pues tiempo. Tiempo para centrarnos en lo que realmente importa: pensar crear innovar. Cosas que por ahora se le dan mejor al cerebro humano que a cualquier máquina.
Machine Learning: El cerebro detrás de la automatización
El quid de la cuestión está en el machine learning o aprendizaje automático. Es como si le diéramos un cerebro a las máquinas. Pero no un cerebro cualquiera sino uno que aprende de la experiencia. Igual que tú aprendes a hacer mejor tu trabajo con el tiempo las máquinas con IA hacen lo mismo. Solo que mucho más rápido. Pueden analizar millones de datos en segundos y sacar conclusiones que a nosotros nos llevaría años.
Imagínate por ejemplo una empresa que quiere mejorar su servicio de atención al cliente. Con el machine learning puede analizar todas las llamadas emails y chats que ha tenido con sus clientes.
Y no solo eso. Puede aprender de ellos. Identificar patrones entender qué funciona y qué no. Y usar toda esa información para dar un mejor servicio. ¿El resultado? Clientes más contentos empleados menos estresados y una empresa más eficiente.
Robotic Process Automation: Adiós a las tareas tediosas
Otro concepto que está pegando fuerte es el RPA o Robotic Process Automation. Suena a ciencia ficción pero es más simple de lo que parece. Se trata de usar software para hacer tareas repetitivas. Esas que antes hacíamos nosotros a mano y que nos volvían locos de aburrimiento. Cosas como introducir datos en una base de datos procesar facturas o generar informes. El RPA se encarga de todo eso y lo hace sin errores y a una velocidad de vértigo.
Pero la cosa no queda ahí. Cuando combinas RPA con IA la cosa se pone interesante. Ya no solo tienes un robot que hace tareas repetitivas. Tienes uno que puede tomar decisiones basadas en la información que maneja. Por ejemplo puede detectar anomalías en las facturas y avisar antes de que se convierta en un problema. O puede prever cuándo un cliente está a punto de darse de baja y tomar medidas para evitarlo. Es como tener un ejército de trabajadores súper eficientes que nunca duermen y nunca se cansan.
Transformación digital: Más allá de la automatización
Claro que para que todo esto funcione hace falta una buena transformación digital. No basta con comprar el último software de moda y esperar que haga milagros. Hay que repensar toda la forma de trabajar. Desde los procesos más básicos hasta la cultura de la empresa. Y eso a veces da miedo. Sobre todo a las empresas más tradicionales. Pero el que no se moderniza se queda atrás. Así de simple.
La buena noticia es que la transformación digital no tiene por qué ser traumática. Se puede hacer poco a poco empezando por las áreas donde más se necesita. Lo importante es tener claro el objetivo: usar la tecnología para ser más eficientes y dar un mejor servicio. Y aquí es donde la IA juega un papel crucial. Puede ayudarnos a identificar dónde están los cuellos de botella qué procesos se pueden mejorar y cómo hacerlo.
El factor humano: Colaboración hombre-máquina
Ahora bien no todo es tecnología. El factor humano sigue siendo fundamental. De hecho una de las claves del éxito en la automatización con IA es saber combinar lo mejor de las máquinas con lo mejor de las personas. Las máquinas son importantes para procesar datos hacer cálculos y ejecutar tareas repetitivas. Pero las personas seguimos siendo mejores en cosas como la creatividad la empatía y el pensamiento estratégico.
Así que el futuro no va de humanos contra máquinas. Va de humanos y máquinas trabajando juntos. Imagínate por ejemplo un médico usando IA para analizar radiografías. La IA puede detectar patrones que el ojo humano podría pasar por alto.
Pero es el médico con su experiencia y su juicio quien toma la decisión final. O piensa en un diseñador gráfico usando IA para generar ideas. La máquina propone y el humano dispone. El resultado es mejor que lo que podrían hacer por separado.
La automatización con IA es mucho más que robots haciendo el trabajo de las personas. Es una nueva forma de trabajar más inteligente más eficiente y con suerte más satisfactoria. Claro que también plantea retos. Habrá trabajos que desaparezcan y otros nuevos que surgirán.
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